Cuando pases por el fuego no te quemarás

La familia Ten Boom en 1902.

La historia de la familia Ten Boom –de fe evangélica o protestante- se ha convertido en una de las más recordadas de entre las muchas que destapó la II Guerra Mundial. La figura de Corrie Ten Boom se ha conocido por todo el mundo a través del libro “El refugio secreto” (1971), que incluso se ha convertido en película.

Ahora, el estado de Israel ha querido mostrar su agradecimiento a una familia que dio refugio a centenares de judíos –jugándose la vida- durante la ocupación nazi en Holanda, y ha condecorado póstumamente a Casper y a Betsie Ten Boom (padre e hija mayor de Corrie, muertos durante la II Guerra Mundial).
El embajador de Israel en Holanda, Harry Kney-Tal, otorgó a título póstumo el premio “Righteous Among the Nations”, en recuerdo a personas que durante el genocidio judío se comprometieron con las víctimas e hicieron frente al régimen nazi. Fue en un acto solemne en la población en que vivieron los Ten Boom, llamada Harleem, dónde aún hoy se puede visitar la casa que refugió a muchos perseguidos. En la ceremonia, se remarcó que fue su firme fe cristiana lo que movió a los Ten Boom a ocultar en su casa tanto a judíos como a otros opositores holandeses al régimen nazi.

UN HOGAR COMO CENTRO DE REFUGIADOS

Según explica la Fundación Corrie Ten Boom, “entre el año 1943 y 1944, vivían usualmente en casa de la familia, de forma ilegal, entre 6 y 7 personas”. Muchos de ellos eran judíos que huían de la Gestapo, pero también pasaron por el escondite muchos personas que pertenecían a la oposición política a Hitler en Holanda. La casa de esta familia de fe evangélica –formada por Casper, Betsie y Corrie- se convirtió en un refugio oculto por el que pasaron hasta 800 judíos. Muchos de ellos, en realidad sólo pasaron algunas horas o días entre sus paredes, mientras se les buscaba un lugar más seguro a donde realojarles.
La actividad de ésta familia se acabó en febrero de 1944, después que la Gestapo descubriera la casa. Casper, Betsie y Corrie fueron arrestados rápidamente, pero las 6 personas que en ese momento se encontraban escondidas en la casa no fueron encontradas. Pese a que la policía secreta registró sistemáticamente la casa, “cuatro judíos y dos miembros de la resistencia más, pudieron pasar desapercibidos detrás de una falsa pared en el dormitorio de Corrie”, como explica la fundación. De ésta forma, mientras la familia era deportada, los 6 fugitivos que en ese momento estaban cobijados en su hogar, consiguieron ser liberados dos días después y 5 de ellos pudieron salvar la vida.

Casa de la familia Ten Boom


Haarlem, Holanda
El padre de la familia, Casper, murió pocos días después de ser arrestado. Sus hijas fueron deportadas al que sería después recordado como un de los más grandes campos de concentración nazi, el de Ravensbruck. Allí, las dos hermanas explicaron la razón por la que se encontraban en prisión y sobre todo el motivo que les había llevado a arriesgar su vida por salvar la de muchos otros. Betsie y Corrie hablaron de su fe en Jesús a muchas mujeres con las que compartían celda y torturas, y explicaron que lo que les había empujado a actuar en favor de los perseguidos era su fe en Jesús como Dios y Salvador de sus vidas.
Su impactante convicción y testimonio llevó a que muchas mujeres judías en ese campo de concentración a que decidieran creer en ese mismo Dios. Incluso alguna de sus carceleras, una vez finalizada la guerra.

El pequeño espacio donde se escondieron 6 judíos

de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

LA HISTORIA RECORRE EL MUNDO

Betsie, la mayor de las hermanas, murió en Ravensbruck a los 59 años. Pero Corrie consiguió salir viva, con un idea clara. Según explica la fundación, Corrie se dio cuenta que “su vida era un regalo de Dios”, y necesitaba compartir lo que ella y su hermana habían aprendido en el campo de concentración: “Dios nos dará el amor suficiente para poder perdonar a nuestros enemigos”.
Así pues, la menor de los Ten Boom dedicó más de 30 años a visitar decenas de países con el objetivo de explicar lo que había ocurrido con su vida, y sobretodo, la forma en que había visto la actuación del poder y el amor de Dios, en medio del terror nazi.
Su historia, pues, recorrió el mundo, tocó muchas conciencias y extendió el mensaje de cómo había habido gente que por tener en más alta estima a Dios que a sus propias vidas, arriesgó todo lo que tenían para dedicarse exclusivamente a otros, a su prójimo.


Corrie Ten Boom
Ella dijo en su libro: “Si miras al mundo te afligirás, si miras tu interior te deprimirás, pero si miras a Dios reposarás.” Tu enfoque determina tus sentimientos, no las circunstancias. El secreto de la paciencia es recordar que tu dolor es temporal cuando tienes la certeza que tu recompensa es eterna. Si logras conservar la paz interior aún cuando afuera ruja la tormenta, al final estarás de pie. Qué triste es la realidad de muchos en esta vida que regulan su estado de ánimo y aún sus conductas por las circunstancias exteriores adversas o favorables y carecen de esa estabilidad interior y firme que les permite atravesar los capítulos negros de la experiencia humana. Cuando llegas a concentrarte en el plan de Dios para tu vida más que en tu problema has alcanzado un peldaño superior de tu carácter. Moisés soportó una vida llena de problemas porque tenía la mirada puesta en la recompensa. El gran apóstol Pablo padeció cárceles, torturas y desprecio, pero dijo: “Lo que sufrimos en esta vida es cosa ligera, que pronto pasa; pero nos trae como resultado una gloria eterna mucho más grande y abundante”. También José entendió esta verdad cuando le dijo a sus hermanos que lo habían vendido como esclavo: “Ustedes pensaron dañarme, pero Dios lo encaminó para mi propio bien.” En el mismo contexto, Dios le dijo a Jeremías “los planes que tengo para ti son planes para prosperarte y no para dañarte, planes que te darán esperanza y un futuro.”

Corrie murió a los 91 años, en 1983, habiendo recibido un gran reconocimiento internacional. Desde la reina de Holanda hasta el Museo del Holocausto en Jerusalén, muchos le reconocieron su papel crucial tanto en la Segunda Guerra Mundial como en el trabajo para el recuerdo de las víctimas y el lenguaje del perdón sin negar la memoria de lo ocurrido.Ahora, pues, Israel ha condecorado también a los dos otros héroes de su familia, que a diferencia de Corrie, sí perdieron su vida a manos de los nazis tras la decisión de oponerse a la injusticia. Una decisión que según testigos, Casper Ten Boom justificó convencido poco tiempo antes de morir: “Sería un honor dar mi vida por el antiguo pueblo de Dios”.

0 comentarios: