el León de la tribu de Judá, la Raíz de David

Cachorro de león, Judá; De la presa subiste, hijo mío.

Tenemos también la palabra profética más segura

Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos HOMBRES DE DIOS hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida

Pero levantándose Pedro, corrió al SEPULCRO; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.

Porque en él fueron creadas todas las cosas

El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.

He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo

El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto

FALSAS OPINIONES SOBRE EL MINISTERIO PROFETICO



 Caracter es igual a Uncion

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Mike Bickle

 Las conjeturas van tanto a favor como en contra, inclusive las que se interpretan erróneamente. Por lo tanto, quienes suponen equivocadamente que los dones espirituales y la unción respaldan el carácter Profetas de la Biblia

CONJETURA FALSA
«EL CARÁCTER ES IGUAL A LA UNCIÓN»

Las conjeturas van tanto a favor como en contra, inclusive las que se interpretan erróneamente. Por lo tanto, quienes suponen equivocadamente que los dones espirituales y la unción respaldan el carácter, llegarán también a la conclusión de que es el carácter el que produce los dones espirituales. Esto anima a mucha gente en ciertos círculos a «falsearlo» para no parecer «sin talentos».

También implica que la gente más espiritual, madura y justa es aquella que tiene los dones más fecundos. Si como iglesia están empezando a andar por este camino de suposiciones, van a tener un viaje muy extraño.

Esta manera de pensar coloca, a la gente en un lugar de condenación, especialmente cuando todos los demás están profetizando, teniendo sueños proféticos y viendo visiones. Por experiencia, puedo decir que esto pondrá mucha presión sobre la gente si sienten que son menos espirituales que aquellos que tienen gran poder.

Así me sentí por un tiempo, y el resultado fue que renuncie a mi posición de liderazgo. La iglesia estaba herida y lastimada con mi decisión, la que demostraba mi inseguridad y falta de humildad.

Recuerde que la mayoría de las personas proféticas no tienen el don de liderazgo que es esencial para la salud, el balance y la seguridad de una iglesia. Una congregación dirigida solamente por profetas no es un ambiente seguro para el pueblo de Dios. Una de las cosas más importantes para hacer en una iglesia que quiere nutrir y administrar el ministerio profético es deponer el misticismo y los deseos camales de parecer superespiritual.

Tenemos que quitar la vista de la gente y mantenerla fija en Jesús y en su propósito para nosotros. Esto no es un concurso de belleza espiritual, pero se puede convertir muy rápidamente en eso si la gente ve los dones como señal meritoria, en vez de verlo como una bendición para la iglesia. No se trata de la vasija. Hay que amar al Señor y construir su iglesia.

El hecho de que el poder y la revelación fluyan a través de ministros proféticos no es, necesariamente, una señal de que Dios esté complacido con otros aspectos de su vida. A veces, los dones proféticos seguirán operando aunque haya un desmoronamiento interior en la vida del profeta.

Las personas con prominentes dones espirituales, así como las que han sido llamadas al liderazgo, tienen que estar en constante alerta contra la arrogancia. Eso quiere decir, simplemente, que usted, su posición o su propósito son tan importantes que lo juzgan más indulgentemente.

Las personas altivas son quienes creen que porque están haciendo una labor tan importante para Dios y porque el poder de Dios se manifiesta a través de ellos, no se les toman en cuenta cosas como la integridad, la honestidad y la bondad, especialmente en las cosas pequeñas de la vida.

Esta tentación al autoengaño es lo que ataca a mucha gente en posiciones de poder e influencia. Es un gran engaño porque la verdad es todo lo opuesto. «Y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá» (Lucas 12.48).

Toda persona por medio de la cual operan los dones espirituales, as! como toda aquella en posición de privilegio o liderazgo, debe estar muy alerta al día de ajuste de cuentas que se acerca. Un día estaremos delante de Dios para la evaluación final de nuestra vida y ministerio (1 Corintios 3.11-15).

Dios tiene misericordia de las vasijas débiles, y manifestará sus dones por medio de ellos, a pesar de que las cosas no estén muy bien interiormente. Pero, no se engañe. Las cosas no van a seguir así para siempre. Es como un perro atado con una correa larga; puede perseguir al gato hasta cierto límite, pero a su tiempo y repentinamente la correa alcanzará su máxima extensión.

Algunos hijos de Dios han sido expuestos como ejemplo de que El es paciente con sus pecados, y que no se arrepiente de haberles dado dones. Otros son ejemplos de otra cosa; a su tiempo, Dios llama a sus siervos a rendir cuentas de su mayordomía. La disciplina de Dios se ve de manera más explícita en este grupo y nos lleva a temer a Dios (1 Timoteo 5.20-24).

Saúl fue un ejemplo de ambas maneras en las que Dios elige trabajar con sus siervos. Él siguió siendo rey de Israel aun con su pecado y su rebelión, y fue usado pacientemente por Dios para ganar grandes batallas. Dios bendijo parcialmente a Israel bajo el reino de Saúl a pesar de sus pecados, pero sólo hasta cierto punto.

Saúl había perdido tanto el temor del Señor como la consciencia de que Dios estaba mirando y pesando sus acciones. A su tiempo, se pasó de la raya.

El mensaje para los profetas, líderes y miembros de iglesia es este: los dones de Dios se otorgan libremente como señal de su misericordia, no de su aprobación. No menosprecie los dones espirituales valederos que se manifiestan en personas espiritualmente inmaduras.

Pero también, no se engañe ante la gracia y la paciencia de Dios con las vasijas proféticas que siguen ungidas por una temporada, mientras continúan en su carnalidad. A su debido tiempo, Él nos llamará a todos a rendir cuentas de nuestra mayordomía con los dones que nos ha confiado.