el León de la tribu de Judá, la Raíz de David

Cachorro de león, Judá; De la presa subiste, hijo mío.

Tenemos también la palabra profética más segura

Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos HOMBRES DE DIOS hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida

Pero levantándose Pedro, corrió al SEPULCRO; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.

Porque en él fueron creadas todas las cosas

El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.

He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo

El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto

LOS SECRETOS DE LA IGLESIA TEMPRANA

por Andrew Strom
Los "dos secretos" del avivamiento
Los dos secretos del avivamiento que examinaremos ahora, tienen muy poco que ver con los problemas "estructurales" de la iglesia que estábamos discutiendo. Estos son probablemente mucho más importantes.

Cuando estas dos cosas suceden en la vida de las personas, entonces no hay mucho más por qué preocuparme. Entonces no me importa tanto si tienen un programa de "construir un local" y un Instituto Bíblico y todo lo demás. Cuando estas dos cosas suceden, lo demás ya no es tan importante. Necesitamos darnos cuenta de que cambiar muchas de las cosas "externas" que tratamos hasta ahora, por sí mismo lograría muy poco. Es como reordenar las "cajas" por afuera. Es como hacer un odre nuevo, pero olvidarse del vino nuevo que debería entrar.

Entonces es tiempo para hablar sobre este VINO NUEVO de Dios. Esto es lo que significa un verdadero avivamiento.

Algunos de Uds. ya habrán leído acerca de estos "dos secretos". Pero aun así, por favor lea este artículo, porque voy a aplicarlos en una manera que va más allá de lo que escribí en el pasado.

Las dos preguntas claves que trataremos en este capítulo son: 1) ¿Cómo alcanzo un estado de avivamiento personal?, y 2) ¿Cómo llegamos de allí a un estado de "avivamiento corporativo"?

Como muchos de Uds. saben, yo he estudiado la historia de los avivamientos por muchos años. He investigado avivamientos de las décadas recientes y de hace siglos atrás. Y después de toda esta investigación, encontré que los secretos del avivamiento parecen reducirse a dos cosas principales:

1) Un ARREPENTIMIENTO muy profundo, y
2) una forma de "luchar" y "agonizar" en oración - clamando a Dios por el derramamiento de Su Espíritu Santo.

Estas dos cosas han sido el secreto de innumerables avivamientos por todas las épocas - y yo creo que así será nuevamente. Por eso no hay NADA más importante para discutirlo ahora.
Experimentar un arrepentimiento muy profundo
Como escribió Frank Bartleman (del avivamiento de la Calle Azusa):
"En 1905 recibí de Dios la siguiente base para avivamiento: La PROFUNDIDAD del avivamiento se determinará exactamente por la PROFUNDIDAD del espíritu de ARREPENTIMIENTO. Y esto es vigente para todos los pueblos y todos los tiempos."

Puedo afirmar que toda la historia confirma las palabras de Frank Bartleman. Y también puedo decirle que si Ud. quiere llegar a un verdadero estado "avivado", entonces el arrepentimiento PROFUNDO es una de las claves.

Lo que encontramos a menudo es que los cristianos dejaron atrás muchos de los pecados "obvios", tales como mentir, robar, adulterio, etc. Pero hay otras cosas en sus vidas, de las que saben que no son correctas. El tratar con estas "otras cosas" puede ser la clave para una intimidad mucho más grande con Dios.

¿Sabía Ud. que Dios ABORRECE todo pecado, y que si Ud. se acerca más a Dios, entonces Ud. en su corazón aborrecerá el pecado igual que El?

Entonces seamos "prácticos" en esto. Esto es lo que Ud. necesita hacer para tratar con estas cosas a un nivel PROFUNDO: Primero, tome un tiempo con Dios a solas. Ud. necesita un tiempo a solas, en un lugar apartado, con El. Segundo, pida y busque a Dios para que El "alumbre con Su luz" en el corazón de Ud. Que El le muestre cada cosa inmunda, sea falta de perdón, lascivia, hablar de otras personas detrás de sus espaldas, manteniendo rencor, pequeñas mentiras "blancas", etc. Pida a Dios que El le muestre como EL SE SIENTE acerca del pecado. Pídale que El alumbre las profundidades de su ser, y le muestre las cosas que Ud. necesita confesar y renunciar y pedir perdón. En algunos casos, Ud. necesitará ir adonde un hermano o una hermana para pedirle perdón o hacer restitución. Asegúrese de que el arrepentimiento alcance el NIVEL MÁS PROFUNDO posible. Confiese a Dios cada pecado específicamente, renuncie a él, y pida a Dios que El le purifique. En muchas personas, son estos así llamados "PECADOS MENORES" que les impiden avanzar.

Esta es otra cita acerca del tema, por Evan Roberts, del avivamiento en Gales: "Primero, ¿hay algún pecado en su pasado con el cual Ud. no trató honestamente, no lo confesó a Dios? Arrodíllese de una vez. Su pasado tiene que quedarse atrás y ser limpiado. Segundo, ¿hay algo en su vida que es dudoso - algo de lo cual Ud. no puede decidir si es bueno o malo? Renuncie a ello. No debe haber ni la sombra de una nube entre Ud. y Dios. - ¿Perdonó Ud. a todos - TODOS? Si no, no espere perdón por sus pecados..."

Este asunto de perdonar VERDADERAMENTE a aquellos que le hirieron a Ud. puede ser algo grande. Es importante ser BRUTALMENTE HONESTO con uno mismo. ¿Hay todavía un "mal sentimiento" muy dentro de Ud. hacia ciertas personas? ¿Hay una huella de amargura cuando Ud. habla acerca de esa persona? Nosotros todos necesitamos venir ante Dios y arrepentirnos y RENUNCIAR a toda falta de perdón desde muy dentro de nosotros. Pasar por todo este proceso de "arrepentimiento profundo" es la primera clave para el avivamiento personal.

Clave #2: Oración de "lucha, agonía"
Al estudiar la historia, Ud. nota pronto que hay un tipo específico de oración que aparece en los avivamientos vez tras vez. Este tipo especial de oración es un ingrediente ESENCIAL de un avivamiento.

Los predicadores antiguos de avivamiento hablaban de tener el "espíritu de oración". Ellos hablaban de llorar, agonizar, clamar, luchar, "tener dolores" en oración. La razón por qué estos predicadores de avivamientos eran tan ungidos y saturados con la presencia de Dios, fue que ellos habían realmente llegado de frente a Su trono en la oración, y que habían pasado mucho tiempo teniendo comunión con El allí. Este tipo de oración ha siempre sido una de las claves más importantes para un verdadero avivamiento.

Charles Finney dijo: "Mientras yo no tenía el espíritu de oración, no podía hacer nada ... Me encontraba incapaz de predicar con poder y eficacia, o de ganar almas..." George Whitefield dijo: "Días y SEMANAS enteras pasé postrado en el suelo en oración silenciosa o a voz alta..." Frank Bartleman escribió: "De noche casi no podía dormir por el espíritu de oración... La oración literalmente me consumía." Y D.M.Intyre escribió: "Antes que el gran avivamiento en Gallneukirchen empezara, Martín Boos pasaba horas y días y a menudo noches en agonías solitarias de intercesión. Después, cuando él predicaba, sus palabras eran como una llama de fuego, y los corazones de la gente como pasto."

Como demuestra la historia, la iglesia puede esperar un avivamiento verdadero solamente cuando un remanente del pueblo de Dios se DESESPERA - desesperado por el estado recaído de la iglesia, desesperado por la tibieza dentro de ellos y en todos los que los rodean, desesperados por el pecado y los falsos compromisos, desesperados por el hecho de que Dios no está siendo GLORIFICADO, que El no es realmente SEÑOR de Su iglesia, que un mundo moribundo se burla de Sus palabras y las considera irrelevantes. El avivamiento vendrá cuando el pueblo de Dios se humilla verdaderamente, cuando ellos remplazan su "imagen positiva" con la realidad del lamento de Santiago: "Afligíos y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará." (Stgo.4:9-10)

Como se decía de Evan Roberts: "El se quebrantaba, llorando amargamente ante Dios para que El les doblegue ante El, en una agonía de oración, con lágrimas corriendo por sus mejillas, con todo su cuerpo encorvándose de dolor." - Y John Wesley preguntó: "¿Tiene Ud. días de ayuno y oración? Asalte el trono de la gracia y persevere allí, y misericordia vendrá de lo alto." Hermanos, hermanas, ¡necesitamos volvernos DESESPERADOS en nuestras oraciones!

Como "luchar" en la oración
Ahora, es muy importante entender que este tipo de oración es no solamente para unas personas "especiales" o líderes. Es una de las claves para el "avivamiento personal" para cada uno de nosotros. La Biblia aclara que la "oración eficaz ferviente del justo" está al alcance de todos nosotros.

Y la historia demuestra que la "oración de lucha para avivamiento" se puede ENSEÑAR a los cristianos. Esto es comunicado claramente en el libro "Ungido para el entierro", que es el relato del gran avivamiento en Camboya alrededor de 1970, por Todd y DeAnn Burke. Esto sucedió cuando Dios ya se había movido allí por un tiempo. Todd escribió: "Con referencia a Génesis 32, les conté como Jacob LUCHÓ con el Señor hasta que el Señor le bendijo. 'Si esperamos recibir poder y bendición del Señor, entonces tenemos que estar dispuestos a luchar con El en oración y ayuno, en negación de sí mismo, en llevar su cruz', dije. Después compartí con ellos desde un libro devocional por Hudson Taylor: 'Una vida a lo fácil, sin negarse a sí mismo, nunca será una vida de poder.' Con esto, todos empezaron a luchar en oración, y dentro de no mucho tiempo, la bendición vino."

Cuando estas personas se dividieron en grupos de oración y empezaron a "luchar" con Dios en oración como Todd les había enseñado, el resultado fueron verdaderos DERRAMAMIENTOS del Espíritu Santo (o sea, el Espíritu Santo vino sobre grupos enteros de cristianos como en Hechos, con resultados muy poderosos.) Fue un tiempo emocionante.

Note que esos cristianos fueron realmente ENSEÑADOS a "luchar" con Dios de esta manera. ¡Y ellos simplemente fueron y lo hicieron! En los inicios del avivamiento de Gales en 1904, Evan Roberts enseñó a los niños de un lugar llamado Moriah que oren esta sencilla oración: "Envía el Espíritu a Moriah, por la causa de Jesucristo." Más tarde, él desarrolló este mismo concepto para sus reuniones generales. Fue vital que la gente clamare a Dios para que envíe Su Espíritu sobre ellos.

Esto es exactamente lo mismo como lo que sucedió en Pentecostés. Fueron los 120 en el aposento alto, clamando a Dios durante diez días, y después Dios envió Su Espíritu como un viento recio, y los llenó hasta rebosar. En los últimos 50 años hubo muchos avivamientos poderosos donde Dios derramó Su Espíritu en una manera similar. Cuando Dios "derrama" Su Espíritu en esta manera, esto es mucho más que simplemente una persona bautizada en el Espíritu. Es un "derramamiento" general.

De hecho, un "derramamiento del Espíritu Santo" es la esencia de lo que es realmente un avivamiento. Y como en Pentecostés, el resultado es que muchos son LLENOS del Espíritu Santo, y muchos otros son fuertemente CONVENCIDOS de su pecado. Un avivamiento verdadero es la gloria de Dios que viene a la tierra. Es Su Espíritu que es "derramado" en un lugar específico o sobre un grupo específico de personas. Necesitamos "luchar" con Dios para que suceda un tal derramamiento en nuestros días.

Ahora, antes que Ud. pueda "luchar" con Dios en oración, Ud. necesita hacer esto: 1) Sea DESESPERADO para ver que Dios sea GLORIFICADO en la tierra; 2) Limpie sus "manos" y su "corazón" para que pueda verdaderamente entrar a la sala del trono de Dios; 3) Clame a Dios para que El derrame Su "Espíritu de oración" sobre Ud; 4) Alimente Su "fuego" en su corazón, para que Ud. pueda "agonizar" en oración ante El. 5) Al orar, sea muy específico al "luchar" con Dios para que derrame Su Espíritu sobre USTED o sobre un grupo específico. - Todos nosotros necesitamos esta plenitud fresca.

Si Ud. puede hacer estas cosas sencillas, entonces HOY es el día que Ud. puede empezar a "luchar" con Dios en oración. No lo postergue. Esta podría ser la clave para que Ud. sea transformado por un "avivamiento personal", y llegue a una comunión mucho más profunda con Dios.

EN RESUMEN:

Después de haber estudiado los avivamientos por más de 20 años, me convencí de que el camina hacia el "avivamiento personal" es realmente el mismo como el camino al "avivamiento corporativo". Las claves principales siempre fueron "arrepentimiento profundo" y "oración agonizante". Nuestros motivos por buscar a Dios nunca deben ser egoístas. Debemos buscarle por cause de El mismo, no por lo que El puede "hacer por nosotros". Es para ver que EL SEA GLORIFICADO, que pedimos por estas cosas.

Entonces, mis amigos, todo lo que puedo hacer es instarles que vayan a un lugar silencioso y se entreguen al arrepentimiento escudriñando sus corazones, y a la oración "agonizante", hasta que Ud. experimente una verdadera VICTORIA en su vida cristiana. Todos necesitamos ser llenos de Su Espíritu otra vez y otra vez. Desde que tuve 17 años, puedo atribuir casi todas las victorias espirituales en mi vida a estos dos secretos de avivamiento. Ellos realmente han revolucionado mi vida.

Entonces ¿qué es del avivamiento "corporativo", donde el Espíritu de Dios se derrama sobre pueblos y ciudades enteras? - Lo que Dios quiere hacer a menudo, es lo que hizo en Pentecostés. El quiere tomar a Sus "avivados" y utilizarlos para traer avivamiento a otros. En otras palabras, si Dios puede encontrar a un GRUPO de personas que han pasado por un avivamiento personal, entonces El puede usarlos para hablar la Verdad y llevar Su unción a regiones enteras. Y para ORAR por más derramamientos.

¿Entonces qué necesita Dios encontrar en el mundo hoy? Simplemente unos GRUPOS de cristianos "avivados" que puedan empezar a predicar arrepentimiento y orar por un derramamiento del Espíritu de Dios. Todo empieza con personas que fueron "avivados".

Como escribió A.T.Pierson, "Desde el día de Pentecostés, no hubo ningún gran despertar espiritual en ningún país que no hubiera empezado en una unión de oración, aunque sea entre dos o tres no más; y ninguno de estos movimientos continuó cuando estas reuniones de oración se enfriaron."

Manantiales de Avivamiento




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La obediencia conduce a la alabanza IV/ W. Nee

Nuestros problemas pueden clasificarse, básicamente, en dos categorías.

 La primera corresponde a los problemas provocados por nuestro entorno y por los asuntos que nos ocupan. En dicha categoría recae el problema que confrontaba Josafat. La alabanza constituye la manera de vencer esta clase de circunstancias problemáticas.

 La segunda categoría la conforman aquellas cosas que nos afectan de una manera personal. Es probable que, por ejemplo, nos hayamos ofendido por causa de ciertas palabras hirientes. Tal vez algunas personas nos ofendan o nos vituperen, nos maltraten o nos contradigan, nos aborrezcan sin razón alguna o nos difamen sin motivo alguno. Quizás tales acciones nos parezcan intolerables y nos sea imposible olvidarlas.

 Estos problemas están relacionados con nuestra victoria en un plano personal. Tal vez un hermano nos diga algo inapropiado o una hermana nos trate mal y, quizás, nos resulte imposible superar tales cosas. Entonces, todo nuestro ser lucha, se queja y gime por justicia. Probablemente nos sea difícil perdonar y no podamos superar los sentimientos que nos embargan. Quizás se haya cometido alguna injusticia en contra de nosotros, o tal vez se nos haya calumniado u hostilizado, pero el caso es que nosotros no podemos olvidarnos de ello. En tales ocasiones, la oración no sirve de mucho. Uno desea luchar y arremeter en contra de ello, pero está maniatado; mientras más trata de deshacerse de tal carga, más oprimido se siente. Así, uno descubre lo difícil que es vencer tales sentimientos. En tales momentos, les ruego tengan en cuenta que el agravio o injusticia del cual son víctimas es demasiado grande y, por ende, no es el momento para orar, sino para alabar. Uno debe inclinar su cabeza y decirle al Señor: “Señor, gracias. Tú nunca te equivocas.Lo que Tú dispones siempre es bueno. Lo que Tú haces es perfecto”. 

Cuando alabe a Dios así, su espíritu se remontará por encima de sus problemas; superará aun sus heridas más profundas. Si uno se siente injuriado, ofendido, es porque no alaba lo suficiente. Si usted es capaz de alabar al Señor, las heridas infligidas se volverán alabanzas; su espíritu se remontará a las alturas y le dirá a Dios: “Te doy gracias y te alabo. Tú nunca te equivocas en ninguno de Tus caminos”. Ésta es la senda que debemos tomar ante el Señor. Deje atrás todo lo demás. Esto es glorioso; esto es un verdadero sacrificio.

La vida cristiana se eleva mediante las alabanzas. Alabar consiste en sobrepasar todo a fin de tener contacto con el Señor. Éste fue el camino que el Señor Jesús tomó cuando anduvo en la tierra. Nosotros debemos tomar la misma senda. No debemos murmurar en contra de los cielos si somos probados, sino, más bien, remontarnos por encima de las pruebas. Una vez alabamos al Señor, nos remontamos por encima de las tribulaciones. Si otros buscan abatirnos, con mayor razón debemos responder resueltamente diciéndole al Señor: “¡Te doy gracias y te alabo!”. Aprendamos a aceptar todas las cosas. 

Aprendamos a conocer que Él es Dios. Aprendamos a conocer cuál es la obra de Sus manos. No hay nada que lleve al hombre a crecer y a madurar en la vida divina como el ofrecer sacrificios de alabanza. Debemos aprender no sólo a aceptar la disciplina del Espíritu Santo, sino también a alabar a Dios por ella. Es necesario que no sólo aceptemos la disciplina del Señor, sino que, incluso, nos gloriemos en ella. No solamente debemos aprender a aceptar ser corregidos por el Señor, sino también a aceptar dicha corrección gustosa y jubilosamente. Si lo hacemos, se nos abrirá una puerta amplia y gloriosa.

GOZO

DIOS DEL UNIVERSO SALVADOR ETERNO



Por tu dolor, por el maltrato y por tu valentía al soportar los duros golpes en tu frágil cuerpo,las espinas, los clavos , por el aguante y la resistencia ante semejante vejación, por la voluntad de proseguir hasta el fin , y agonizar largamente por mi, es que te amo, amo tu preciosa Sangre, tu sacrificio me dió vida amado Jesús.......

En el presente libro Rita Cabezas comparte sus experiencias sobre el esfueno que ha realizado  por entender la relación tan compleja y poco comprendida entre el mundo demoníaco y el psicológico. Los descubrimientos que ha hecho a través de esta investigación representan un reto  a todo cristiano comprometido a participarde la continuación del ministerio de Jesús de libertar a las penonas atadas y poseídas por el mundo de las tinieblas.
Este libro responde a preguntas:
¿Existe una jerarquia demoniaca?, ¿Tienen los demonios asignaciones territoriales?, ¿Es cierto que algunos angeles caidos , ya estan encarcelados? ¿Qué de los nombres especificos revelados por los demonios?

Formato : Libro PdF

La vida fragante de Elena Ewan

La vida fragante de Elena Ewan
¿Cómo se explica tal vida?
Por Santiago A. Stewart
“Por tanto, todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
2º Corintios 3:18


“Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros, como vuestros siervos por amor de Jesús. Porque Dios mando que de las tinieblas resplandeciese la luz; es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Pero, tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.” 2º Corintios 4:5-7


Durante el mismo tiempo en que fui salvado, una joven llamada Elena Ewan también se convirtió. Lo mismo sucedió durante la manifestación de Dios en la ciudad de Glasgow, Escocia. En ese entonces ella era solamente una muchacha delgadita. Pero, en cuanto a su espíritu, se entregó al Señor por completo desde su inicio en la vida nueva; por lo tanto, fue llenado del Espíritu Santo. ¡Elena había aceptado la invitación del Señor de “beber en abundancia”! (Cantar de Cantares 5:1) Y, como resultado, torrentes de agua viva empezaron a manar de su propia vida. “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él: pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.” (Juan 7:37-39)
Elena nació cerca del año 1910, en una familia ordinaria de trabajadores. Ella era la hija única de la familia. Ambos padres amaban a Cristo sumamente, y el bendito Hijo de Dios era el centro de su hogar. Ellos vivían con un solo objetivo: agradar a Dios en cada detalle de sus vidas. Cuando yo visitaba la casa de ellos, en cada ocasión siempre había tres Biblias bien marcadas a la vista.


Luego de convertirse, a la edad de catorce años, toda la personalidad de Elena irradiaba la gloria del Señor. Dios, en su gracia suprema, había iluminado su alma entenebrecida, para que esa común vasija de barro pudiese magnificar la majestad del poder del evangelio.


Atónitos
Tal manifestación de la gloria de Dios en ella nos dejó a todos atónitos. Su vida era una vida común, pero iluminada con la Gloria divina. Lo mismo llevó mi mente a preguntarme: “¿Cómo puede entrar tanta gloria en una vasija de barro tan frágil?”
Pues estaba llena del Espíritu Santo, estaba llena de Cristo. Estudiando la Palabra de Dios bajo la guía iluminadora del Espíritu Santo, se le reveló los tesoros escondidos del mismo Señor Jesucristo, (Juan 16:13-15) causándole a ella rebosar de gozo.
A menudo detuvo a otros cristianos en la calle, y, con rostro radiante, les compartió en cuál porción estimulante de la Escritura había encontrado nuevamente un vistazo de su bendito Salvador. Y, esos amigos, muchas veces, se fueron de su presencia llorando, y diciendo: —Hemos visto a Jesús, hemos visto Su rostro radiante. —Como resultado, el temor de Dios permaneció en sus almas durante el resto del día.


Igual que el muy conocido predicador Carlos Spurgeon, ella estaba en lo mejor cuando estaba compartiendo acerca del Señor. En tales ocasiones, se mostraba como una figura apartada, tan alejada de los demás de nosotros, en cuanto a la espiritualidad, pues conocía al Señor en tan íntima y profunda manera. Muchos dieron testimonio que solamente su sonrisa o su alegre “¡Buenas días, Dios te bendiga!” fue un estimulo para ellos el resto del día.


Su vida de oración
Elena fue un ejemplo para todos nosotros. Se levantaba diariamente a las cinco de la mañana, para tener comunión con su Señor. En esas horas tempranas, no prendía el fuego en su frío cuartito, ni buscaba en ninguna manera la comodidad, pensando que pudiera estar más alerta en el frío. Además, por quiénes oraba en aquellas tierras lejanas no tenían tales comodidades.


Empezó sus comuniones con alabanza y adoración. Luego, leyó alguna porción de la Palabra de Dios, para calentar su corazón. En tales momentos, recordaba las palabras de otro escocés, A. Murray McCheyne: “Es la mirada la que salva, pero es la contemplación la que santifica”. Así, contempló con extasía el rostro de su Señor. No puedo publicar las expresiones de adoración que escribió en su diario luego de experimentar tal íntima comunión con su Señor: son demasiadas sagradas.

Luego de gozarse del compañerismo y comunión de Dios, empezó su ministerio de intercesión por sus amigos, iglesia, familiares y cientos de misioneros en las tierras lejanas. Luego, oró por los perdidos. Tenía una listas de los mismos, la cual consistió de personas inconversas, a quiénes ella hubo testificado, y, por quiénes oraba a diario hasta que nacieran de nuevo.


Su deseo por la salvación de los perdidos es digno de admiración. La razón por la cual Dios le dio tantas almas, entre ellos ricos y pobres, jóvenes y ancianos, indoctos e inteligentes, era que agonizaba por ellos dentro del velo, con oraciones intercesoras. (Isaías 66:8) No había nada incierto ni general en sus súplicas.


Después de su muerte, su mamá amablemente me permitió leer sus diarios personales, y allí vi que sus peticiones al trono eran intensas y definidas. Anotó la fecha cuando hubo empezado a orar por una cierta persona, y la fecha cuando se recibió la contestación de la misma. Esos diarios revelan una vida de oración que movía a Dios y a los hombres. A razón de esto, se entiende el porqué muchos lloraron en todas partes de Escocia, al escuchar que ella había partido a la gloria eterna, teniendo apenas 22 años. De igual modo, muchos misioneros en tierras lejanas sintieron que habían perdido su más potente guerrero de oración.


Elena entregaba no solamente la hora de las mañanas, sino que durante todo el día buscaba la dirección de su Señor en todos los asuntos, fueran pequeños o grandes. No era raro, luego de que ella comprara una tela, observarla pararse al frente de la tienda para orar, antes de comprar otras cosas. Tenía que agradar al Señor en todas las cosas, y no seguiría las tradiciones de mundanas. Sin duda, esto explica el porqué sus amigos decían: —Elena siempre vestía decentemente.

De igual modo, cuando Elena buscaba almas perdidas, parecía subir más arriba que todos los demás, aun entre las decenas de miles de creyentes que habitaban en nuestra gran ciudad en ese tiempo. En muchas ocasiones, mientras yo caminaba por las calles de Glasgow con mis tratados y tablas de textos bíblicos, vi a Elena ocupada en su propia manera de ganar almas. En las noches frías del invierno escocés, la he visto con sus brazos alrededor de alguna prostituta, compartiéndole de Jesús y de Su amor. En otras ocasiones la vi interrogando a hombres borrachos, buscando la manera de acercarlos a su Salvador.
Las campañas evangelisticas 
En una reunión, yo veía una mujer sola sentada en la banca de atrás: Sus ojos acusaban cansancio y rostro se veía triste. Bajo la dirección del Espíritu Santo, Elena se levantó y se sentó a su lado, quedándose allí durante todo el servicio, orando. Cuando esa mujer se puso de pie para irse, Elena se fue con ella, hablándole del mensaje predicado, y animándole a desahogarse. En esta manera, varias personas, cargadas con los afanes de este mundo y agobiadas con el peso de pecado y desesperación, pudieron conocer al Señor. Porque Elena les guió al Cordero de Dios. Sin importar dónde estuviera; bajo la luz de la calle, mientras esperaba a la parada del tranvía, u otro lugar común.


Cuando, en sus últimos años, entró en la Universidad de Glasgow para estudiar, caminaba varios kilómetros desde su casa a la Universidad, para así poder repartir tratados por el camino. A la vez, podía ahorrar el pasaje del tranvía, así daba lo ahorrado a la causa misionera. Su ejemplo ayudó a muchos de los estudiantes en la universidad a acercarse a Cristo. Esto causó a Elena mucho gozo.


Roberto Murray McCheyne selló sus cartas con un dibujo del sol poniéndose tras las montañas, con las palabras: “La noche viene.” Esta misma clase de urgencia empujaba a Elena. Como McCheyne y Samuel Rutherford, Elena llevaba la fragancia de Cristo dondequiera que iba, e igualmente que Guillermo C. Burns, manifestaba el poder del Espíritu en una medida que pocos han alcanzado.


Su cuerpo era un templo ambulante del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19-20), tal que dondequiera que iba, exhibía el poder de Dios. Al entrar en un servicio, inmediatamente el ambiente del mismo fue tocado por Su poder. Vi a Elena entrar silenciosamente a un culto de oración, que ya había empezado, y a pesar de que se sentó en la banca de atrás, todos sabíamos que ella había llegado. Sentimos fuertemente la presencia de Dios en medio de nosotros al entrar ella.


Frecuentemente los evangelistas solicitaban la ayuda de ella en sus campañas. No era porque cantara o hablara bien en público. No recuerdo ni siquiera una vez que ella testificara o cantara sola en una campaña. Ella solamente se quedaba sentada, orando en voz baja. Sin embargo, esos evangelistas sabían que si tenían a Elena en sus servicios, seguramente vendría una gran bendición en los mismos.


Algunos evangelistas reconocidos me han dicho que ella fue la persona más deseable que habían conocido, para colaborar en sus campañas. Un evangelista inglés, anciano y maduro en la fe, dio testimonio que probablemente su campaña más exitosa fuera la que Elena pudo asistir a todas las reuniones, durante las dos semanas de vacaciones de ella.


En cierta ocasión, estaba hablando con dos profesores creyentes de la Universidad de Londres. Charlábamos acerca del cristianismo dinámico, cuando de repente uno de ellos me dijo: —Hermano Stewart; quiero decirle algo. —Luego me contó acerca de una joven de la Universidad de Glasgow, a la cual conocía mientras enseñaba en la misma.
—Dondequiera que iba, —dijo él—, la fragancia de Cristo la seguía.
Por ejemplo me contó de la vez en que un grupo de jóvenes inconversos estaban riéndose y contando chistes sucios. De repente alguien dijo: —¡Silencio! ¡Ya viene ella!. —Aquella joven estaba pasando nada más, sin darse cuenta que dejaba la fragancia del poder y temor de Dios dondequiera que iba.
El profesor siguió contando que en las reuniones de oración en la universidad, siempre se notó si aquella joven estaba presente o no; sin importar si ella orara en voz alta o no. Tampoco importaba si la misma entraba al cuarto sin ser oída o vista; siempre podían sentir la presencia de Dios si ella se había presentado.
—Señor, —le dije—, esa solamente puede ser una persona: ¡Elena Ewan!
—¡Sí!, —replicó—, así era su nombre. Era una notable ganadora de almas.


Asimismo, Elena tenía una profunda hambre de la Palabra de Dios, junto con una penetración espiritual de la verdad divina, igualmente aguda. No hojeó su Biblia para buscar las porciones más “sabrosas”, las cuales agradarían su capricho del momento. Más bien, la estudió por completo, desde Génesis hasta Apocalipsis. Por lo tanto, se hizo una hija de Dios profundamente comprensiva, aun a la edad de 16 o 18 años. Sus pies estaban firmemente plantados sobre la roca sólida de las Sagradas Escrituras. Aunque era una diligente estudiante, buscando ganar buenas notas para la gloria del Señor, siguió invirtiendo tiempo en estudios bíblicos y en la meditación.


Esto la hizo una cristiana bien equilibrada. Aunque no había ni tiempo ni lugar en su vida para el chisme o la plática necia, burbujeaba con una sana jovialidad y gozo por la vida, y a la vez, a razón de que Cristo llenaba su visión, buscaba magnificarle por una vida santa y un servicio sacrificante.
En la universidad, Elena estaba preparándose para trabajar como misionera entre los rusos de Europa Oriental, el mismo lugar donde yo trabajé posteriormente. Así, estudiaba el idioma ruso, en preparación para su futuro ministerio.


Pero Dios, en Su sabiduría y amor, la llamó a su hogar celestial, a la edad de 22 años. Pasó sus vacaciones con una tía en el Reino de Fife, y, mientras estaba allí, continuamente se ocupaba en el servicio de su Señor. Repentinamente se enfermó, e igualmente, de repente falleció. Este suceso fue tan inesperado que nos conmovió a todos profundamente.


Durante ese periodo yo estaba trabajando en una campaña evangelística en una ciudad del norte de Inglaterra. La noticia del fallecimiento de Elena me abatió. No podía comer ni dormir. Tan grande era mi pesar, que la gente de allí se admiraba, sabiendo ellos que esa joven no era más que una amiga espiritual, no mi novia.
—¿Cómo puede ser —me preguntaron—, que un joven esté tan afligido sobre la pérdida de alguien, especialmente cuando fue una amiga, nada más?


No estaba solo en mi pesar. Miles de personas lloraron en todos las partes de Escocia e Inglaterra.
Muchos buscaron una manera de expresar, por lo menos en parte, la bendición que esa vida fragante les había traído. Por ejemplo, durante un servicio memorial, un líder cristiano se puso en pie y le dijo a la asamblea de cómo la espiritualidad de Elena le había afectado a él profundamente. —Era tan joven que yo pudiera haber sido su padre —dijo—. Conocí al Señor muchos más años antes que ella, sin embargo, espiritualmente, ella parecía estar más adelantada que yo.


En las estaciones misioneras lejanas, los misioneros británicos se afligieron por la noticia. ¡Ay! ¿Quién los sostendría tan fielmente, acercándose por ellos al Trono de la gracia ahora? ¿Quién se pondría en la brecha, para así tomar el lugar de Elena?
Muchos años después de la muerte de Elena, yo estaba otra vez en Glasgow. Y, estando con un grupo de amigos cristianos que compartían algo de lo que la dedicada y radiante vida de ella había significado, sucedió una de mis experiencias más conmovedoras. La mera mención de su nombre trajo encanto; una fuerza irresistible que impulsaba a uno de ellos a arrodillarse, clamando: —¡Oh! ¡Dios mío! ¡Levanta a otros tal como Elena Ewan! ¡Oh, Dios mío, hazme un mejor hombre para Tu gloria!


Posteriormente, cuando tuve unos días libres de mis campañas evangelísticas, visité el cementerio donde reposa el cuerpo de Elena, con el propósito de dar gracias a Dios una vez más por su ejemplo y vida. Allí me arrodillé ante Dios, y me ofrecí nuevamente sobre Su altar, pidiendo que el fuego de Dios cayese sobre mí.


Al principio, uno de los sepultureros a quién hablé no podía recordar haber enterrado a alguien tal como yo la describía.
—Debe darse cuenta que enterramos grandes números de personas aquí; éste es un cementerio público —explicó.
Pero, al seguir hablando, ese trabajador robusto se conmovió extremadamente. —Sí, ahora recuerdo —dijo—. Cuando enterrábamos el cuerpo, sentí la presencia de Dios sobre este lugar.



En otra ocasión yo estaba reunido con un grupo de jóvenes, gozándonos en el Señor, cuando de repente mi esposa preguntó: —¿Es esa la foto de Elena Ewan en la repisa de la chimenea?
Toda la risa cesó. Al darse cuenta del profundo silencio que nos sobrevino a todos en el cuarto casi inmediatamente, me preguntó: —Santiago, ¿dije algo indebido?
Uno por uno, sin decir siquiera una palabra a los otros, ¡nos arrodillamos y empezamos a orar!
Fíjate en eso. Años después de su muerte, y ¡su mero nombre aún tenía tanto poder que nos hicimos pensar en lo eterno! Oh, amigos, creo que la vida espiritual de cada hijo de Dios puede ser igual que la de Elena.


¿Cómo se explica tal vida?


¿Cómo podía una hermana, siendo todavía joven, y sin haber predicado un mensaje ni cantado un solo himno, ni tampoco hubo viajado más que trescientos kilómetros de su hogar; cómo pudo haber afectado a tantas personas en todas partes del mundo? Tan afectados fueron ellos, que pensaba que su muerte era igual a la de un gran general del ejército.
La Palabra dice en Josué 23:10 que “Uno de vosotros persigue a mil”. Lo mismo se hizo patente en la vida de Elena. Su vida valió más de un mil de cristianos ordinarios, en cuanto a sus hazañas. Y, la historia de su vida, traducida a muchos diferentes idiomas, sigue bendiciendo a muchos. “¿Cómo,” pregunto, “se explica esto?” Existe solamente una explicación: ¡estaba llena del Espíritu Santo!


Elena, quien era una joven ordinaria al principio, se convirtió a una extraordinaria, simplemente por la razón de que se había entregado a Cristo, y se había apropiado para sí misma todo lo que Él le ofrecía. Elena, con “cara descubierta” (2º Co. 3:18), invertía el tiempo necesario para poder recibir, y de igual modo, reflejar, la gloria del Señor, mientras pasaba de una gloria a otra.

AQUI ESTOY


Señor  Amado  tú has sido fiel, te has mostrado limpio y Santo en todo, has tenido de mi misericordia, he sido ingrato contigo pero tú has permanecido siempre a mi lado, no permitiste que mis pies resbalaran mucho, me entrego a tí , me postro  adorando  tu grandeza y tu gran amor por mí,  tuyo soy Señor....

“Tiempos de separación”

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Prof. Bladimiro Wojtowicz
Luego de pasar un tiempo en oración para definir los lineamientos proféticos para el año 2011, el Señor me entregó una serie de visiones que se fueron desarrollando entre octubre y noviembre del año 2010.
Tsunami: tabla de integridad
1) Quedará expuesto nuestro nivel de compromiso con la Palabra revelada en medio del conflicto
Hebreos 10:35-39: “Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, el que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero mi justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado. Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida”.
Mientras estaba orando tuve una visión donde me encontraba sentado junto a mi esposa descansando en una playa muy tranquila, cuando repentinamente comenzamos a oír un gran estruendo que venía desde el horizonte. No se veía nada y tampoco había señales de tormenta en el lugar donde estábamos. Luego el agua se retiró violentamente hacia el mar hasta una distancia de varios kilómetros, dejando al descubierto toda clase de estructuras como piedras, arrecifes, barcos hundidos y escombros.
A los pocos minutos pudimos distinguir una pared de agua y espuma que se levantaba desde el horizonte, avanzando a toda velocidad sobre la costa y arrasando con todo lo que había a su paso. La ola que se acercaba tenía más de cien metros de altura y aceleraba cada vez más su paso hacia la costa.
Ante esa situación, cualquier esfuerzo por escapar sería inútil e infructuoso. Entonces le pregunté al Señor qué debíamos hacer para superar esa situación y su respuesta fue: “Lo único que pueden hacer es correr hacia la ola para surfearla y pasar por encima de ella. Si se quedan en la playa mirando o tratan de escapar hacia tierra firme, se los va a tragar y desaparecerán. Aunque parezca la opción más arriesgada, es la única que tienen para salvar sus vidas. Los que traten de escapar a la ola perecerán sin remedio”.
Ante esta respuesta, corrimos a tomar unas tablas de surf que estaban en la playa y que hasta ese momento no habíamos visto, pero cada tabla tenía nuestro nombre escrito y estaba diseñada a nuestra medida. Aunque ninguno de los dos jamás nos montamos en una tabla de surf, la tomamos con toda propiedad y nos lanzamos hacia la única opción que teníamos: surfear la ola. Mientras corríamos hacia el agua vimos que muchas personas también recibieron el mismo mensaje y corrían hacia a ola con sus tablas. Entre ellos pudimos reconocer a algunos hermanos de la Iglesia y a muchos ministros.
Cuando todos comenzamos a remontar la ola, la intensidad del viento y el ruido eran indescriptibles, era como estar parado detrás de la turbina de un avión acelerando a toda potencia. Mientras ascendíamos por la pared de la ola, veíamos que las tablas de algunos se disolvían al entrar en contacto con el agua y desaparecían, hundiéndose en la profundidad del mar. Los que seguíamos avanzando, debíamos enfrentar la parte más empinada de la ola y ese era el punto de mayor dificultad, pero al llegar a la cresta las cosas cambiaron porque comenzábamos a surfear la ola. En ese momento pudimos ver las ventajas de estar en ese punto porque avanzábamos desde el lugar más seguro y a velocidades que nunca habíamos imaginado. La clave fue resistir la oposición del mar aferrados a nuestra tabla hasta llegar a la cresta de la ola.
Cuando la ola tocó tierra, avanzábamos a toda velocidad mientras veíamos cómo la parte más baja se tragaba todo lo que encontraba a su paso como si fuera una enorme máquina excavadora. Todo lo que levantaba a su paso aparecía en la cresta de la ola y podíamos tomar fácilmente con nuestras manos cualquier cosa que quisiéramos. Finalmente, la ola nos depositó con suavidad tierra adentro y nuestras tablas estaban repletas con las cosas valiosas que recogimos mientras surfeábamos.
Cuando le pregunté al Señor el significado de esta visión, me respondió lo siguiente:
1. La playa donde estaban descansando representa a la Iglesia. En la playa hay personas que descansan, trabajan, se quejan, se pelean, se divierten, no se conforman con nada y otras que se aburren porque no hacen nada.
2. El mar representa las multitudes de las naciones, con todo lo que hay en cada una de ellas.
3. La ola representa la bendición de las naciones que se vuelca sobre las costas, pero esto ocurrirá por medio de una gran tribulación.
4. La tabla de surf representa el compromiso con la Palabra revelada.
El Señor siguió diciendo: “Cuando comenzaron a oír el rugido de la ola, las aguas se retiraron dejando expuesto todo lo que estaba sumergido. Las piedras, los arrecifes, los escombros y los naufragios representan las cosas que por años tratamos de mantener ocultas debajo de la superficie, pero que al mismo tiempo son un peligro para cualquiera que pase por allí. Cuando las aguas se retiraron, expusieron todo lo que estaba oculto a la vista y esta es una expresión del juicio que siempre se manifiesta antes que llegue la bendición”.
“Muchas personas pasaron tiempos de desierto y sequía en sus vidas por medio de circunstancias que expusieron todas las cosas que debían resolver. Aunque muchos no comprendieron por qué les ocurría esto, atravesaron ese tiempo y resolvieron todas las cosas que estaban pendientes en sus vidas. Esto limpió el terreno de todas las cosas ocultas que los harían peligrar cuando llegara el tiempo de la bendición sobre sus casas”.
“Cuando la ola se levantó sobre el horizonte, muchos corrieron tierra adentro para tratar de escapar del momento de la tribulación y este es el peor error que puede cometer un hijo de Dios. Si se levanta una ola de adversidad desde el horizonte, eso puede significar una tragedia para quienes no tienen seguridad de su salvación, pero para los hijos de Dios es una oportunidad única para su promoción. Para la gente de fe no existe otra opción más que correr hacia la ola y enfrentarla con determinación, porque allí se manifestarán todos los beneficios del entrenamiento (discipulado) que recibieron en la playa (Iglesia)”.
“Muchos creyeron en esto y tomaron la decisión de avanzar hacia la ola con sus tablas para tratar de surfearlas, pero ni bien algunas tablas entraban en contacto con el agua, se disolvían como si fueran de azúcar. El componente primordial con el que se confeccionaron las tablas es la integridad y no es más que el fiel reflejo de nuestro grado de compromiso previo con la Palabra revelada. Los demás componentes de la tabla surgieron de las piedras, los arrecifes, los escombros y los naufragios (las cosas con las que tuvieron que tratar de su carácter) que quedaron expuestos cuando se retiró la marea. Cuando todo eso se combinó, surgió una tabla sólida para resistir la presión, pero al mismo tiempo elástica para adaptarse a los cambios de las circunstancias”.
“Muchos tienen tablas muy vistosas que parecen de última generación, pero su nivel de compromiso con el Evangelio del Reino es tan débil que al entrar en contacto con la ola de la adversidad se disuelven sin remedio. Aunque las otras tablas no eran tan llamativas en sus diseños y colores, resistían sin problemas a las presiones que les imprimía la ola. Una vez que superas la adversidad del tiempo de tribulación, llegas a la cresta de la ola y desde allí tienes una perspectiva privilegiada sobre todo lo que hay por delante, viajando a velocidades que nunca antes imaginaste que podías alcanzar”.
Arriba salvación y cosecha
“Cuando la ola toca tierra, comienza a levantar todo lo que encuentra a su paso y lo envuelve en un remolino que lo arroja hacia su cresta. Como en ese sitio tu única preocupación es mantenerte sobre la tabla, puedes tomar lo que quieras que se encuentre al alcance de tu mano sin mayores esfuerzos. En ese punto tu preocupación no es tratar de llegar sino mantenerte allí y eso te da una posición de privilegio desde donde puedes elegir qué se queda contigo y qué dejas pasar de largo. Esta es una de las características de las personas que alcanzaron la madurez. Todo el despojo que dejaron los que huyeron del conflicto en el momento de la tribulación quedará a disposición de quienes asumieron el desafío y se determinaron a enfrentar la ola”.
“Para los que no desarrollaron un compromiso sólido con la Palabra revelada y aprovecharon el tiempo de desierto para recoger los materiales para confeccionar su tabla, este Tsunami espiritual será un desastre sin remedio. Cosecharán pérdida, desolación y destrucción. Para los que supieron aprovechar sus desiertos, removiendo de sus vidas todo lo que no sirve para los propósitos del Reino y estableciendo un compromiso firme con la Palabra revelada, será un tiempo abundante de salvación y cosecha como nunca antes vieron sus ojos. Cuando un Tsunami pasa por una región nunca más quedará igual, pero la historia la podrán contar sólo los que quedaron con vida”.
“Cuando se manifieste el Tsunami de mi Espíritu, sólo podrán surfearlo los que no se resistieron al proceso de formación del carácter del Señor en sus vidas”
Dos realidades se separan

2) Habrá una clara separación entre los que tienen una mentalidad terrenal, atados al plano natural y aquellos que perseveraron en fe, viviendo en santidad por la Palabra de Dios más allá de las circunstancias
1 Corintios 15:47-49: “El primer hombre era del polvo de la tierra; el segundo hombre, del cielo. Como es aquel hombre terrenal, así son también los de la tierra; y como es el celestial, así son también los del cielo. Y así como hemos llevado la imagen de aquel hombre terrenal, llevaremos también la imagen del celestial”.
Efesios 2:6-7: “Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús”.

Mientras oraba el Señor me mostró la imagen de la ciudad de Caracas, donde se distinguía con claridad el cielo y la tierra. Por un lado podía día ver las nubes, los pájaros y el sol, y por otro los edificios, las calles, la gente haciendo sus cosas, los automóviles, etc. Era como una postal panorámica animada de alta definición que abarcaba toda la ciudad y el cielo sobre ella. Repentinamente oí una voz fuerte y profunda a mi lado que dio una orden y la imagen se partió con lentitud transversalmente en dos, el cielo se movió hacia la derecha y la tierra hacia la izquierda. Al principio parecía que no ocurría nada, pero luego de un rato la tierra se oscurecía cada vez más mientras el cielo era cada vez más brillante y despejado.
Cuando me concentraba en lo que ocurría en la tierra, me sentí rodeado por una gran incertidumbre, desesperanza, pesadez y desazón. La gente corría de un lugar a otro desordenadamente, mientras se esforzaba por tratar de resolver sus problemas, aún pasando por encima de los demás con tal de obtener lo que necesitaban para seguir un día más. Sus rostros eran serios y se podía ver con claridad la desconfianza que había entre de todos ellos.
En las calles pude ver cómo la gente desesperada corría detrás de algo que quería, sin darse cuenta que a su paso se llevaba por delante a los más débiles, quienes quedaban tirados en el piso. Muchos de los que venían detrás de ellos los pisaban, sin tomar en cuenta sus gritos y sus reclamos. Todo lo que se desprendía de este cuadro era una gran desesperación provocada por el manto de incertidumbre, desesperanza, pesadez y desazón que reposaba sobre la gente.

Cuando me concentré en la parte superior del cuadro, pude ver que al principio el cielo estaba lleno de nubes oscuras como si estuviera a punto de soltarse un gran aguacero. En la medida que se movía en la dirección opuesta al cuadro anterior, esos nubarrones se comenzaron a aclarar y luego se disiparon paulatinamente para dar lugar a un sol radiante. El cielo tenía un color celeste muy profundo que daba una idea de lo ilimitado de la expansión. Esa imagen del cielo me impartía armonía, seguridad, paz y reposo.
Le pregunté al Señor cuál era el significado de esa visión y me dijo lo siguiente:
1. La postal que te mostré representa la realidad de la sociedad.
2. La tierra son las obras de los hombres.
3. El cielo es el lugar desde donde llamé a mis hijos para gobernar.
El Señor continuó diciendo: “En un primer momento ambas realidades parecen una sola porque todo está integrado dentro del mismo cuadro, pero cuando solté la orden para que comenzara el juicio, ambas realidades se separaron. En ese momento pudiste ver con toda claridad lo que ocurría con aquellos que vivieron toda su vida atados a una mentalidad terrenal. Seguirán peleando en sus fuerzas contra el enemigo, sólo para seguir adelante un día más. No podrán alcanzar su destino profético en la tierra porque se niegan a abandonar su manera de pensar aferrada al plano natural”.

“El cuadro superior representa la dimensión celestial, el lugar desde el cual mis hijos ejercen el gobierno del Reino. En esa dimensión tienes acceso a la expansión ilimitada cuando te mueves en mi poder que no reconoce límites. La sensación de paz, descanso y reposo viene por causa de mi gobierno eterno en esa dimensión. Hasta ahora parecía que los terrenales y los celestiales tenían las mismas luchas, conflictos y probabilidades de vencer. Incluso muchos en mi Iglesia dudaron del valor de mantener una vida en santidad porque veían que los rebeldes prosperaban más que ellos, pero eso se terminó cuando ordené el comienzo del juicio”.
“En un primer momento parecía que nada sucedía porque los nubarrones seguían allí y los conflictos que enfrentaban las personas eran los mismos, pero al poco tiempo la diferencia entre ambas realidades se hizo cada vez más notoria. Esta separación se hará cada vez más evidente a lo largo de este año hasta el punto que los terrenales perderán toda capacidad de acción frente a las tormentas de la vida. Llegó el día de la manifestación de mis hijos que se mantuvieron fieles durante el tiempo de preparación. Viene el día donde los que vivieron aferrados a una mentalidad terrenal y carnal, se llenarán de vergüenza ante el peso de gloria que reposará sobre los celestiales. Esta separación comenzará el año 2011 y será cada vez más evidente”.
Conciencia de nuestra naturaleza celestial
3) Atravesaremos experiencias donde quedará expuesto el poder y la autoridad de la naturaleza celestial que recibimos por ser hijos de Dios como un testimonio irrefutable de su respaldo sobre nuestra vida

El Señor me entregó una visión donde me encontraba en el hospital donde me capacité como cirujano y al que no regresé desde entonces. Los jefes del servicio me dijeron que me quedara observando desde lejos mientras ellos revisaban a los pacientes porque hacía demasiado tiempo que no ejercía la medicina y podía causarles problemas serios. Mientras revisaban a los pacientes hacían chistes y se burlaban de mí por tratar de retomar mi carrera como cirujano. Repentinamente un paciente saltó de su cama y atacó con violencia a los demás médicos, enfermeras y pacientes que trataban de calmarlo.
Todos los esfuerzos que realizaron para detenerlo fueron infructuosos porque la persona se ponía cada vez más violenta, pero pude ver con claridad que se trataba de una manifestación demoníaca evidente. Cuando esa persona trató de atacarme, lo miré fijo a los ojos y le ordené en el Nombre de Jesús que se sentara. En ese momento pude ver una luz azul muy intensa que brotó de mi cuerpo, la persona se sentó y fue libre de inmediato. Nadie podía comprender lo que había ocurrido, pero el paciente no dejaba de testificar acerca del poder libertador de Dios. Los médicos y enfermeras que antes se burlaban de mí se arrepentían de ello y querían saber cómo entregarle sus vidas al Señor.
En ese momento, el Espíritu Santo me dijo: “Así serán las manifestaciones de los celestiales en medio de los conflictos. Viene el tiempo donde los que se burlaron de mis hijos, correrán desesperados hacia ellos para buscar la salvación. ¡Los perversos y malvados se avergonzarán por causa de la manifestación de la gloria de mi Reino en las vidas de mis hijos!”.

Visión del edificio en construcción

4) Se despertará un celo profundo en los apóstoles y profetas por revisar todos los procesos de edificación en la Iglesia para hacer los cambios y correcciones que consideren necesarias. Esto habilitará a los hijos de Dios para acceder a niveles cada vez mayores de su gloria.
Efesios 2:19-22: “Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular. En él todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor. En él también ustedes son edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu”.
Me encontraba junto al ap. Raúl Ávila recorriendo un edificio en construcción que estaba a punto de inaugurarse. El mismo tenía muchos pisos de altura y cada piso estaba destinado a una actividad diferente. Los pisos ubicados en la parte inferior estaban terminados y en pleno funcionamiento, los que estaban en la mitad se encontraban en un proceso avanzado de construcción y los superiores tenían sólo las paredes. El apóstol tenía en su mano una pequeña libreta y un lápiz para registrar los resultados del chequeo, evaluando con mucha atención todos los procesos que se desarrollaban en cada nivel.
Cuando subimos al último piso del edificio, se asomó por un balcón y se apoyó sobre la baranda para mirar hacia abajo. Ahí se dio cuenta que los soportes estaban sin asegurar y la baranda cayó al vacío. El apóstol se enojó muchísimo por la negligencia de los obreros que dejaron ese elemento de protección en esas condiciones, sin la menor consideración del riesgo de muerte que ello implicaba para la gente. En ese momento me decía que esos malos obreros no se daban cuenta que él era el responsable de la obra y debía asumir los daños que les pudieran causar a las personas.
Cuando le pregunté al Señor el significado de esta visión, me respondió lo siguiente:

1. El edificio es la Iglesia.
2. Los apóstoles, profetas y maestros son los responsables de supervisar la calidad de la edificación.
3. Los obreros representan a los pastores y evangelistas encargados de ejecutar los diseños de los arquitectos responsables.
El Señor continuó diciendo: “Los pisos inferiores del edificio representan los primeros niveles de la manifestación de la gloria de Dios donde el trabajo en las congregaciones ya está consolidado. Los pisos intermedios son las áreas ministeriales o las congregaciones donde el trabajo está en pleno proceso de consolidación y los pisos superiores se encuentran en un estado de desarrollo incipiente. La función de los apóstoles, profetas y maestros es supervisar el desarrollo y la consecución de las obras según los planos originales para corregir cualquier falla. El defecto grave en la fijación de la baranda del balcón en el último piso refleja la presencia de obreros negligentes e irresponsables a quienes no les importan las consecuencias de cometer semejante error”.
Una pasarela que entra en el mar
5) Aquellos ministerios que se atrevan a adentrarse en el mar podrán acceder a bendiciones y tesoros ocultos. Hay bendiciones que flotan en la superficie cerca de las costas, pero hay otras mayores que están ocultas mar adentro. Aunque se levante el viento y las olas cubran sus caminos, mientras se mantengan aferrados a las barandas (visión apostólica y profética), estarán seguros y podrán seguir avanzando para acceder a los tesoros ocultos.

Mientras oraba pude ver una pasarela de madera muy larga que penetraba un par de kilómetros dentro del mar. Cuando comencé a recorrerla el mar estaba calmado, pero luego de transitar unos cientos de metros, el viento levantaba un oleaje que tapaba la pasarela y sólo se podían ver los extremos superiores de las barandas a cada lado de la misma. Tenía que mantenerme aferrado a las barandas para que las olas del mar y el viento no me arrastraran.
Cuando le pregunté al Señor qué significaba esto, me dijo: “La pasarela significa el ministerio, el mar son las naciones y las olas son las circunstancias que las sacuden. Si mis hijos se mantienen en la costa estarán seguros, pero tendrán un radio de acción muy limitado. Para acceder a mayores niveles de gloria deben asumir el riesgo de abandonar lo conocido, donde se sienten seguros. Deben seguir avanzando, porque cuanto más avancen dentro del mar, mayores serán las manifestaciones de mi bendición sobre sus vidas”.
“Mientras puedan ver las barandas y mantenerse aferrados a ella, no hay problemas porque estarán seguros. Las barandas representan la visión apostólica y profética que les entregué, no deben desviarse porque mientras se aferren a ella estarán seguros. Las mayores manifestaciones de mi bendición y mi gloria se encuentran mar adentro y no en la costa”.
Dignificación y honra de las mujeres
6) Las mujeres que perseveraron fielmente delante del altar del Señor sin dejar caer sus promesas, recibirán respuestas dramáticas, radicales y violentas. Viene sobre ellas una unción de creatividad para resolver problemas prácticos que les permitirá acceder a cosechas financieras retenidas por años.
Pude ver en mi espíritu que se abría un tiempo de dignificación y honra para las mujeres en la Iglesia del Señor. Aunque esto se profetizó muchas veces, el Espíritu Santo me mostraba que todas las mujeres que esperaron pacientemente el día de la manifestación de la mano del Señor sobre sus vidas, sus familias, sus negocios y sus ministerios, comenzarán a recibir respuestas radicales y violentas a su favor. Es un año de capitalización para las mujeres en el Reino de Dios, porque cosecharán cosas que ni siquiera sabían que habían sembrado.
El Señor contabilizó cada anhelo, sueño, lágrima o servicio que prestaron, aunque ellas lo consideraron insignificante. Habrá promociones violentas donde todas aquellas mujeres que se prepararon en silencio, saldrán a realizar grandes hazañas para el Reino y recibirán grandes recompensas del Rey en persona. Se abrirán campos nuevos para las mujeres en el mundo de los negocios donde brillarán con ideas innovadoras que nunca antes se implementaron. Será una unción creativa para resolver problemas prácticos. Esa será la señal que reflejará la marca del Rey de reyes sobre sus vidas.
Se hace la luz sobre gente que llegó a su punto límite
7) Aquellos que se mantuvieron fieles a la Palabra de Dios y llegaron a un punto límite donde se agotaron sus fuerzas físicas, emocionales y espirituales, experimentarán una salvación tan radical y violenta como la que vivió Mardoqueo ante el perverso Amán. Este es su tiempo de restauración y restitución donde podrán acreditar a su favor todo el capital de gloria que generaron por medio de su fidelidad ante la Palabra revelada.
Ester 6:4: “Amán acababa de entrar en el patio exterior del palacio para pedirle al rey que empalara a Mardoqueo en la estaca que había mandado levantar para él”.
Ester 9:3-4: “Los funcionarios de las provincias, los sátrapas, los intendentes y los administradores del rey apoyaban a los judíos, porque el miedo a Mardoqueo se había apoderado de todos ellos. Mardoqueo se había convertido en un personaje distinguido dentro del palacio real. Su fama se extendía por todas las provincias, y cada vez se hacía más poderoso”.
Ester 10:3: “El judío Mardoqueo fue preeminente entre su pueblo y segundo en jerarquía después del rey Asuero. ¡Alcanzó gran estima entre sus muchos compatriotas, porque procuraba el bien de su pueblo y promovía su bienestar!”.
Pude ver en mi espíritu que había muchas personas en la Iglesia que lucharon por años contra la adversidad hasta que llegaron al límite de su resistencia física, emocional y espiritual. Llegaron a creer que ya no hay salida para su situación y están a punto de bajar los brazos para entregarse. El Señor me dijo con claridad estas palabras:
“Diles que llegó el día de su liberación total. Mientras resistieron los embates de las tinieblas, mis fuerzas los mantuvieron con vida durante todo ese tiempo. Ahora les parece que ya no hay más salida para la crisis que azota sus vidas, pero estoy a punto de manifestarme con poder sobre ellos. Cada día que se mantuvieron resistiendo aferrados a mi Palabra, generaron actos de justicia que acumularon gloria a su favor y ahora llegó el tiempo de su manifestación”.
“Mardoqueo creyó que todo estaba perdido sobre su vida su nación cuando vio la horca enorme que construyó el malvado Amán, pero Yo entro en acción cuando las fuerzas de los hombres se agotan. Puse un tiempo final al obrar de los perversos que los perseguían y atormentaban sus vidas. La horca que los malvados levantaron para colgar a los justos, se vuelve en contra de ellos porque liberaré a mi pueblo con grandes señales, prodigios y maravillas para sentarlos en los lugares de honra que destiné para mis hijos”.
El bosque talado que retoña
8) Dios se acordó de aquellos que pensaron que pasó el tiempo oportuno para sus vidas porque se equivocaron, tomaron malas decisiones, se asociaron a las personas incorrectas, tuvieron caídas o dejaron pasar oportunidades únicas para su promoción. Aunque hoy se vean como un álamo talado, su destino es crecer ilimitadamente hacia las alturas. En este tiempo Dios ordenó que vuelvan a la vida todos los sueños, proyectos, ministerios, negocios, emprendimientos y empresas que quedaron truncados. Así como el álamo, están destinados a crecer hacia las alturas y nada podrá detener esa realidad.
Génesis 49:22: “José es un retoño fértil, fértil retoño junto al agua, cuyas ramas trepan por el muro”.
Isaías 60:21-22: “Entonces todo tu pueblo será justo y poseerá la tierra para siempre. Serán el retoño plantado por mí mismo, la obra maestra que me glorificará. El más débil se multiplicará por miles, y el menor llegará a ser una nación poderosa. Yo soy el Señor; cuando llegue el momento, actuaré sin demora”.
Ezequiel 17:22-24: “Así dice el Señor omnipotente: De la copa de un cedro tomaré un retoño, de las ramas más altas arrancaré un brote, y lo plantaré sobre un cerro muy elevado. Lo plantaré sobre el cerro más alto de Israel, para que eche ramas y produzca fruto y se convierta en un magnífico cedro. Toda clase de aves anidará en él, y vivirá a la sombra de sus ramas. Y todos los árboles del campo sabrán que yo soy el Señor. Al árbol grande lo corto, y al pequeño lo hago crecer. Al árbol verde lo seco, y al seco, lo hago florecer. Yo, el Señor, lo he dicho, y lo cumpliré”.
Durante el mensaje que predicó el ap. Raúl Ávila el domingo 27 de noviembre por la mañana en la ciudad de Caracas, el Señor me mostró un bosque enorme de álamos talados, donde se veía el suelo poblado de tocones secos. Pude oír la voz del Espíritu Santo que me indicó desatar vida sobre ese bosque seco y ordenar que todo vuelva a la vida. Repentinamente comenzaron a brotar retoños de todos esos tocones secos.
Cuando le pregunté al Señor el significado de la visión me respondió: “Los álamos son árboles destinados a crecer en línea recta hacia las alturas sin detenerse nunca y representan a mis hijos. Muchos de ellos fueron cortados por diferentes situaciones que atravesaron en sus vidas o errores que cometieron y creen que todo terminó para ellos. En este día les ordeno volver a la vida. Así como los retoños se levantan con vigor como una señal de vida desde un tocón seco por el que nadie daría nada, verás la restauración de muchos en mi pueblo que perdieron toda esperanza. ¡En este tiempo se levantarán como una manifestación gloriosa de mi poder sobrenatural!”.
Estas son las primeras visiones proféticas que el Señor me entregó y comenzarán a manifestarse a partir del año 2011.
Los amamos y bendecimos,
Prof. Bladimiro y Magui Wojtowicz