Requisitos para estudiar la Biblia ( Pte 8) W. Nee


TOCANDO EL ESPÍRITU DE LA PALABRA


El espíritu que yace detrás de la Palabra es un espíritu muy específico y definido; no está escondido detrás de ella de una manera vaga.
El Espíritu Santo
primero amolda los escritores de la Biblia; después los sella con Su aprobación, y por último los usa como amanuenses de las Escrituras. El espíritu de ellos era perfecto, y por medio de sus espíritus el Espíritu Santo escribió las palabras que constituyeron la Biblia.

Es decir, la inspiración del Espíritu Santo no solamente incluye las palabras que escribieron los hombres, sino también la preparación de esos hombres para que fueran vasos útiles. Ya que estos vasos fueron llenos del Espíritu, pudieron escribir lo que escribieron. Por tanto, el espíritu de la Biblia es perfecto, dinámico, infalible y exacto.

El Espíritu Santo actuó en el espíritu de los escritores y puso Su marca de aprobación y satisfacción en ellos. El concluyó que estos hombres no iban a restringir ni limitar Su libertad; El podía expresar sus intenciones libremente. Ni siquiera su más ligero aliento ha sido inhibido por tales hombres. Podemos decir que la Biblia es el mismísimo aliento del Espíritu Santo. Comunica el espíritu de los hombres, pero cuando se expresa, lleva consigo el mismo aliento del Espíritu Santo. El tiene absoluta libertad en estos hombres, de tal modo que sus espíritus se confunden con El, y la manifestación de sus espíritus es casi la misma que la Suya.

Los escritores de la Biblia fueron guiados de esta manera por el Espíritu Santo al escribirla. Cuando leemos las Escrituras, nuestro espíritu también debe ser guiado por el Espíritu Santo a armonizar con el espíritu de quienes fueron ungidos para escribirla. Esta es la única manera en que podemos tocar el espíritu que se halla detrás de la Palabra de Dios. El estudio de la Biblia no es simplemente un examen de las palabras de la Biblia ni sólo el entendimiento de su significado. El Señor tiene que guiarnos a que nuestro espíritu llegue a ser uno con el espíritu de la Palabra.


Muchos pasajes bíblicos son palabras de súplica. Son un ruego de un predicador del evangelio cuando llama a los hombres a creer en el Señor. El predicador implora porque sabe de los sufrimientos de los pecadores y ve el peligro de sus caminos delante del Señor. Les implora porque está lleno de la compasión del Señor y porque desea que los pecadores se vuelvan al Señor; sabe que cierto pasaje de las Escrituras es una súplica porque percibe las palabras, la compasión, y la comprensión que contiene para con los pecadores. Si lee este pasaje sin los sentimientos que están detrás, le será muy difícil poder entenderlo.

Algunos pasajes de la Biblia son amonestaciones; si uno no ha sido quebrantado por el Señor, no sabrá lo que significan cuando las lea ni conocerá el significado de la reprensión que se hace bajo la presión del espíritu; sólo sabrá reprender cuando esté enojado. No se percatará de que el espíritu que sustenta las palabras puede ser diferente aun cuando las palabras de reprensión sean las mismas.

Debemos aprender a tocar el espíritu de la Biblia con nuestro espíritu. Para adiestrar nuestro espíritu, el Espíritu Santo dispone todas nuestras circunstancias. Debemos darnos cuenta de que el mejor y más importante adiestramiento en nuestra vida proviene de la disciplina del Espíritu Santo, la cual se halla en Sus manos, no en las nuestras.
El nos aplica esta disciplina gradualmente. Cuando somos disciplinados continuamente, nuestro espíritu es templado hasta tener la condición apropiada. Nuestro espíritu es ajustado por todos lados; recibe un pequeño golpe aquí, un poco de gozo allá; un poco de paciencia aquí y una pequeña privación allí. En consecuencia, nuestro espíritu es templado y encaja exactamente en el pasaje que estemos leyendo. Cuando nuestro espíritu es llevado a una condición apropiada, las palabras serán transparentes y claras para nosotros, aun cuando los pensamientos que gobiernan las palabras no hayan cambiado en lo absoluto. Cuando hablamos de ellas, tal vez salgan las mismas palabras, y los pensamientos en que se apoyan pueden ser los mismos; sin embargo, empezaremos a saber de qué hablamos y a tener convicción en lo que decimos. Este no es el resultado de la claridad de ideas o palabras, sino de la claridad en el espíritu. Esto es más profundo que las palabras y las ideas.


Es tan profundo que lo único que podemos decir es que no tenemos dudas, que todo se nos ha vuelto transparente. Esto es lo que sucede cuando el Espíritu de Dios acopla nuestro espíritu al espíritu de Su Palabra.


Tocar el espíritu de la Biblia no depende de métodos, sino de si la persona ha sido quebrantada por el Señor.

Si nuestro espíritu no ha sido traído a la armonía con el espíritu de los escritores de la Biblia, cuando mucho llegaremos a ser maestros, mas no profetas. Lo máximo que podemos hacer es hablar de las doctrinas, sin poder tocar el espíritu. Si nuestra persona no ha sido disciplinada por Dios, y si El no ha operado en nosotros sistemáticamente, cuando nos acerquemos a la Palabra estaremos cubiertos con un velo.
No importa cuán arduamente tratemos, estaremos a gran distancia de ella. Nuestro espíritu debe ser adiestrado. Debemos permitir que Dios sea severo con nosotros.

Es posible que durante los primeros años de nuestra vida cristiana, entendamos algunas doctrinas y hechos, pero no es fácil tocar el espíritu. Si nuestro espíritu no está preparado, no lo podemos utilizar. Necesitamos cierto tiempo, por lo menos algunos años, para que el Señor ajuste nuestro espíritu, lo temple y lo quebrante. Una vez que el espíritu es quebrantado, le será fácil al Espíritu Santo llevarnos a una armonía con la condición de las Escrituras.

No importa cuán creativa sea nuestra imaginación o cuán perspicaces seamos, no podemos entrar en el espíritu de la Palabra. Solamente el Espíritu Santo puede conducir nuestro espíritu a la armonía con el espíritu de la Biblia, y sólo entonces podemos entrar en el espíritu de un pasaje bíblico.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

hola hermanos en cristo estoy interesado en los 5 ministerios sean establecidos en playa del carmen cancun mexico pues aqui ninguna iglesia esta comformada mediante este orden biblico agradesco su atencion gracias