AVIVAMIENTO ESPIRITUAL



La Urgente Necesidad de la Restauración de la Iglesia por Medio del Espíritu Santo 

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por T. Austin-Sparks
La Iglesia debe comenzar a orar por la venidera plenitud del Espíritu Santo para restaurar su testimonio, salvar su vida, constituirla instrumento de Dios para Su Gloria y la exaltación de Cristo. Se requiere que el Espíritu Santo haga eso, pero el Espíritu no va a hacer tal cosa por si solo. El lo hará por medio de la Iglesia—y ella es Su instrumento. Oh, necesitamos orar que en este día de decadencia, Dios nuevamente llene a Su instrumento con Su Espíritu y la haga Su efectivo instrumento en este tiempo.

Es cierto que estamos en la ultima de las épocas eclesiásticas—la época de Laodicea. ¿Cuáles son las características de esa época? Mediocridad—ni una cosa ni la otra, ni caliente ni fría, nada sobresaliente o conspicuo por parte espiritual. Es un nivel muy ordinario; si, es un transigir… peor aun, es satisfacer al ego, complacencia, falta de visión, una falsa sensación que todo esta bien: “Soy rica, llena de bienes, y nada necesito.” Todo va bien. Muy buen trabajo esta siendo hecho; hay mucha actividad, mucha organización, mucha maquinaria, y mucha gente sumamente ocupada. Por lo tanto, ¿para que rezongar?

Peor aun, hay terrible ceguera de la condición actual, debido esta transigencia: “No sabes que estas ciega.” Si hablas a muchos Cristianos acerca de asuntos espirituales, no saben de que estas hablando. Si hablas de necesidades espirituales, te miran boquiabiertos y realmente no saben a que te estas refiriendo. He hablado a muchos ministros y multitudes de obreros Cristianos; y cuando he usado la frase, “cosas espirituales,” he descubierto que pensaban que estaba hablando de misticismo o metafisica.

Posiblemente esos sean casos extremos… y hay diferentes niveles de eso, pero no necesitamos salir a un muy ancho circulo para descubrir que hay una terrible ceguera acerca de asuntos espirituales y necesidades espirituales entre el pueblo de Dios. La tragedia es que no saben que son “pobres, miserables, ciegos y desnudos”; y ahí esta la dificultad. Esa es la condición de la época.

Una característica de todo eso… y la explicación de ello… es que la cosa ha crecido. Cuando tenían que luchar para poder existir, su condición espiritual era buena; pero cuando llegaron a ser exitosos y crecidos, perdieron su poder espiritual.

Y esa es la posición de muchos Cristianos y de mucho que antes tenían un testimonio de Dios. Cuando tuvo éxito en extensa escala, descubrió y reconoció que ya no le era necesario luchar por su vida; y así, perdiendo las fuerzas de luchar, perdió también su visión y su testimonio. Es buena cosa ser mantenido en un lugar donde tenemos que luchar por nuestra vida, si eso significa recibir de Dios el poder espiritual. Dios nos salve de llegar a una posición en la cual ya no nos es necesario luchar. Pero ese es el espíritu de la época Laodiceana.

¿Cuál es el apelo que es aquí hecho en el mensaje a la iglesia en Laodicea? “Lo que el Espíritu dice.” ¿Y que es lo que el Espíritu esta diciendo en medio nuestro? “Al que venciere.”

¿Venciere que? ¡Este terrible estado de cosas—esta trágica debilidad espiritual, esta decadencia, esta ceguera, esta indiferencia! El Espíritu dice en efecto: “En medio de esto, quiero que alguien se levante y se despoje de este aplastamiento… y desesperadamente se llegue a Dios para salvar esta situación.”

¿Sera esa nuestra respuesta? El Espíritu dice, “A aquel que venciere.” ¿Respondemos? ¿Tenemos oídos para oír lo que el Espíritu esta diciendo? ¿O es que todo esto esta llegando a nuestro cerebro como mera enseñanza, doctrina, o ideas? ¡Oh, que Dios prohíba tal cosa!

Créanme, esto no es algo que ha sido preparado para dar un discurso. Esto es algo que ha sido exprimido casi como quien suda sangre. Ademas, los asaltos del enemigo en cuanto a esto han sido casi inexpresables. Pero el enemigo ha sido resistido hasta lo ultimo. El enemigo ha procurado parar esto—ha tratado de impedir estas palabras, Ha tratado de influenciarnos a abandonar este asunto. Ha habido un terrible conflicto, día y noche.

Verdaderamente, si eso es cierto, ¡tu no vas a considerar esto como un mero discurso! ¡Seguramente el Espíritu esta diciendo algo! ¿Qué es lo que esta diciendo? Dios quiere que ese grupo—los vencedores—quienes en el poder del Espíritu Santo, asuman la responsabilidad de los intereses del Senor en el universo… para que El reciba Sus derechos, para llevar a cabo la derrota del enemigo, para salvar la vida espiritual de muchos del pueblo de Dios, y para mantener el testimonio de Dios en esta tierra.

¿Vamos a consagrarnos a Dios para hacer eso? ¡Que el Espíritu Santo nos ayude!
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