MINISTERIO PROFETICO BILL HAMMON


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Activando Ministerios por medio de la Profecía Personal.

La profecía personal cuando verdaderamente proviene del Espíritu Santo demuestra que Dios es el que está hablando.
Cuando Dios dice algo, es decretado en los cielos. Es concebido en el espíritu de la persona que recibe la palabra
del Señor, y la palabra de Dios lleva consigo el poder creativo que da vida y trae realización personal.
El aceptar la palabra profética divina es como la concepción que se lleva a cabo en la matriz de una madre, o el sembrar una semilla de maíz en la tierra. El bebe nacerá y crecerá si la madre no hace nada para abortar el proceso. La semilla germinará, crecerá y producirá una o dos mazorcas grandes si el agricultor la riega, cultiva, deshierba, y la cuida para prevenir plagas y enfermedades. La profecía personal de parte de los profetas y el presbiterio profético es uno de los métodos ordenados por Dios para sembrar la semilla del ministerio y los dones en un individuo. La unción que fluye con la palabra profética es como la levadura que hace que el pan se levante o el agua que hace que las semillas crezca en tierra seca. 

El ministerio puede ser activado por la profecía personal y la unción profética pero toma disciplina, diligencia y desarrollo continuo para traer al ministerio consistencia y madurez con manifestaciones poderosas. De los cinco ministerios de ascensión, los profetas tienen la unción más grande y la capacidad de impartir y activar dones y ministerios.

Debemos recordar que este ministerio no funcionará por medio de profetas que se han llamado a si mismos profetas. No funcionará por medio de alguien que habla presuntuosamente, haciendo declaraciones proféticas de fe para llevar a cabo sus propias ideas y deseos. Los pensamientos declarados deben tener su origen en la mente y voluntad de Dios para que puedan ser creativamente productivos. Siempre hay aquellos que aprenden una verdad y
entonces tratan de traer resultados por medio de fórmulas de fe, enseñanza teológica, o disciplinas doctrinales, pero esto es obra del Espíritu por medio del ministerio profético ordenado por Dios. Cualquier sustituto es una falsificación. Esto no sería productivo y sería un obstaculo para la persona que está profetizando y para él que está recibiendo la palabra sin unción. .

Cuando la profecía personal fluye en el orden divino, concebirá y activará el ministerio de los miembros y de los ministros en la Iglesia. A continuación mencionaré dos ejemplos de la vida de aquellos que han probado estos principios. En 1985 un pastor de Carolina del Norte asistió a uno de nuestros Seminarios Proféticos y del Espíritu Santo. Él asistió a la sesión sobre cómo activar los dones del Espíritu Santo en nuestras vidas y fue ministrado por mi persona y por el presbiterio profético; el equipo estaba conformado por el personal de CI y la compañía de profetas presente (Normalmente, hay tres profetas en cada equipo profético, y una o dos personas que están con el equipo recibiendo entrenamiento y activación). Este pastor recibió varias profecías acerca de muchas áreas de su vida. El Señor me dio revelación para profetizar dones y ministerios específicos que serían manifestados en su vida, incluyendo la palabra de ciencia y unción para ministrar profecía personal y sanidad.
Hablando más tarde con él me explicó que apreciaba las palabras y el entusiasmo de aquellos que le habían  ministrado, pero que él no fluia en esas áreas. Él me dijo que había viajado con uno de los ministros más usados en   la sanidad y que manifestaba los dones del Espíritu, pero  que nunca había funcionado con él. Él no dudaba que Dios   algún día podía usarle de esa manera, pero en ese   momento él no podía entender la palabra.
Sin embargo, este pastor nos llamó una semana   después con un reporte impresionante. Cuando él llegó a su casa y comenzó a ministrar el domingo en la mañana, el Espíritu Santo comenzó a moverse en él y su fe fue activada  y empezó a hacer exactamente lo que la profecía personal había declarado. A la 1:30 de esa tarde él todavía estaba dando palabra de ciencia, profetizando y ministrando sanidad a aquellas necesidades que Dios le había revelado. La palabra profética había concebido y activado los dones y  la unción para ese ministerio. Además, Dios usó una situación pequeña para asegurarse d~ que el pastor ejercitará su fe y le permitiera a  Dios obrar. El había traído a uno de sus nuevos convertidos al seminario. De regreso a casa este cristiano nuevo le dijo, "¿Pastor, no es emocionante lo que Dios va a hacer por medio de usted cuando regresemos a casa este Domingo? ¿Recuerda lo que Dios dijo por medio de los profetas que  usted haría al regresar?" Él tendría que desacreditar a los profetas y la profecía delante de este miembro nuevo, o tendría que creer y esperar en Dios para hacer lo que se le  había profetizado. Así que él confió en Dios y fue establecido en su fe para creer que se cumpliría; él creyó en los profetas de Dios y prosperó en su ministerio. Este testimonio es típico de muchas otras personas a quienes se les ha ministrado profeticamente y han obtenido resultados similares. Con frecuencia les recuerdo a los participantes en el seminario que nosotros no imponemos manos vacías sobre vasos vacíos, pero imponemos manos ungidas sobre cabezas ungidas en aquellos que asisten a nuestros seminarios,  así como Billy Graham espera que el don de la vida eterna sea impartido y activado en aquellos que asisten a sus campañas. El mismo evangelio de verdad que predica que trae fe y convicción para recibir el don de la vida eterna es la palabra de fe que predicamos y que trae la unción y fe para activar los dones y llamados de Dios en su pueblo.
Aun otro testimonio del poder profético para activar un ministerio proviene de parte de un líder de un grupo
musical que ministró conmigo en una reunión en Atlanta,  Georgia, en Octubre de 1979. Les profeticé a todos los integrantes del grupo en esa reunión. Parte de la profecía para un joven era que Dios le estaba dando la habilidad de  escribir cantos, y que estos cantos serian entonados alrededor del mundo.
Él testificó que unos meses después de la profecía, el coro "Yo Soy" fue inspirado en él. Ese fue el primero de los muchos coros que él ha escrito desde ese entonces. La palabra profética ungida del profeta fue la semilla
sembrada, y la unción profética la que despertó una habilidad mayor en él. Este músico siguió regando la semilla con oración, meditación, y con lealtad siguió fluyendo en su ministerio hasta que la semilla germinó, brotó y pasó de ser una unción en su espíritu a una revelación en su mente, lo cual trajo entendimiento para las palabras y la música para los cantos. Él ha sido fiel cultivando esa planta, que ahora ha cosechado cientos de canciones y coros nuevos que son una bendición al cuerpo de Cristo alrededor del mundo. El responder adecuadamente a su profecía personal, trajo consigo que cada palabra llegara a su cumplimiento.
Una Práctica Común en la Iglesia Primitiva. El impartir y activar un ministerio era una práctica común en la Iglesiam primitiva. Podemos ver esto en las palabras de Pablo a Timoteo: "No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio." Pablo le recordó a Timoteo que su don divino  fue impartido sobre él por medio de la profecía (1 Ti. 4:14).
En su segunda epístola le volvió a recordar "por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos" (2 Ti. 1:6). Evidentemente el apóstol creía y practicaba· el ministerio de la imposición de las manos y la profecía para impartir y activar los dones divinos y ministerios en el pueblo de Dios. Esto fue confirmado por la declaración de Pablo a los cristianos de Roma, con los cuales deseaba estar, "Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis
confirmados" (Ro. 1:11). Estos versículos son suficiente para demostramos que ésta práctica era un ministerio establecido y normal en la Iglesia; de hecho, hay muchos versículos sobre este tema y
otras prácticas cristianas básicas, tales como la santa cena, el bautismo, el diezmo, las ofrendas, el coro, la orquesta de la Iglesia, y el orden de las reuniones de la Iglesia. Tenemos referencias claras en, las epístolas y ejemplos en el libro de  los Hechos acerca de la imposición de manos, activación,sanidad, dirección del Espíritu Santo, revelación, instrucción general y ánimo. Además debemos recordar que la "imposición de manos " es uno de las seis doctrinas importantes de· Cristo que han sido mencionados en Hebreos 6:1-2.
Las Iglesia y los cristianos que no practican este ministerio o que no lo tienen disponible, están perdiendo
una obra muy importante del espíritu Santo. Las Escrituras nos dicen que el Espíritu trae iluminación, y nos muestra las  cosas que han de venir, para revelar ministerios, y activar     los dones. El profeta y la profecía personal son instrumentos y formas que el espíritu Santo usa para llevar a cabo esta obra.

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