¿JUZGAS A LOS DEMAS?


Las personas que juzgan con dureza a los demás suelen ser ferozmente autocríticos. Se exigen demasiado a sí mismos y cuando no lo consiguen se castigan, se juzgan y se evalúan constantemente. Su espíritu crítico es despiadado aún con ellos mismos. No pueden evitarlo y terminan aplicando a sus seres queridos y a los más cercanos la misma vara de medida con la que se juzgan a sí mismos, sin comprender que los demás tienen sus propios criterios, tan respetables como los tuyos, ¿no es muy justo, no te parece?
Cuando somos muy autoexigentes, es posible que las personas a quienes más ames consideren que exageras demasiado con tus críticas. Tus íntimos no sienten demasiado el impacto porque te conocen y están acostumbrados, pero debes de hacer giros y ser más indulgente o menos drástico contigo mismo; si este es tu caso, cuando dejes de juzgarte con tanto rigor o dureza, encontrarás que hay lugar en tu corazón para perdonar a los demás, pero insisto en que primero debes de ocuparte de ti.
La Palabra de Dios dice: Amarás al Señor tu Dios por sobre todas las cosa y el segundo amarás a tu prójimo como a ti mismo. Aquí podemos ver este primer mandamiento en donde se nos ordena a amarnos a nosotros mismos y es por eso que a muchos se les dificulta amar a su prójimo si aun con ellos mismos tienen actitudes muy fuertes y negativas.
La clave de la libertad en tu vida personal es el perdón.
Cargar con el rencor, la cólera o el resentimiento es un enorme desgaste energético. Aprende a salir de este estado que produce perdidas a nuestras vidas.
Detrás de toda conducta extraña o adicción hay una carencia, si no tuvieses nada para comer y pasases hambre, buscarías comida en la basura, incluso llegarías a mendigar o a robar para satisfacer tu necesidad de comida.
Bien, la mayoría de nosotros estamos famélicos de afecto y no logramos satisfacer nuestras necesidades emocionales y a veces esto nos deriva en comportamientos incorrectos tales como la crítica y los cuestionamientos o sentimientos de incomprensión y hasta soledad.
Busca la excelencia y la realización en tu vida pero aprende a establecer límites claros y firmes, y esto aumentara el respeto a tu persona. Quienes te aman y te aprecian respetaran los parámetros que tú te has impuesto.
Recuerda que los comentarios despectivos a los demás te disminuyen, consumen tu energia y reducen tu capacidad para atraer lo que deseas a tu vida.
Pero para poder elevar los límites que tú anhelas que los demás respeten, debes de hacer cambios de los que tú debes de respetar.
El Espíritu Santo nos aclara esto por medio del Apóstol Pablo en la Carta de Colosenses en donde les llama la atención a ciertas actitudes y formas muy particulares de comportarse y que ellos estaban manejando en sus vidas y esas actitudes no les permitía ver la manifestación de Dios y gozar de los beneficios de ser una nueva criatura conforme a la Palabra.
1 de Colosenses 3:8-9: Pero ahora abandonen también todo enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno, dejen de mentirse unos a otros. Ahora que sean quitados el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios. Y sean puestos el de la nueva naturaleza que se va renovando en conocimiento a imagen de su creador. (Versión NVI)
Dr. Amilcar Kraudy Lopez

1 comentarios:

Marener dijo...

la critica, el chisme, la murmuracion miuchas veces son guiada por la envidia, lo triste es que algunos la justifican con palabras como que Dios harìa, no harìa, muchos nos estamos vo,viendo endiosados, tenemos un endiosamiento que da miedo y espanta, cuando el cristiano se de cuenta de lo que trae la murmuraciòn, cerrarà mas la boca èpara hablar, los oidos al chisme, bajarà las manos acusadoras, y hablarà con Dios, orarà mas, con intercesiòn, serà mas humilde y podremos alcanzar una nueva estatura espiritual.
No al espiritu Farisaico religioso.
Dios les bendiga