APOSTOLES Y PROFETAS

Por John Eckhardt

Es imperativo que los apóstoles y profetas ocupen sus posiciones señaladas en el liderazgo de la Iglesia. Estos son dones de gobierno que tienen una tremenda autoridad para ejecutar los planes y propósitos de Dios. Para poder hacer esto, deben ser identificados y liberados.



Cuando los apóstoles y profetas se ubican en su lugar, la Iglesia experimenta una gran bendición. Los individuos deben comenzar a caminar en estos llamados con confianza y audacia. Necesitan conocer las funciones de sus oficios para poder ejercerlos con fidelidad. La claridad y la comprensión de estos dones y llamados, los ayudará a caminar plenamente en ellos. Esto incluye plantar, activar, impartir y demostrar el Reino de Dios.

Estos dones necesitan confirmarse y fortalecerse. La Iglesia avanzará y experimentará aperturas como resultado de la manifestación de estos dones. Los santos experimentarán un nuevo nivel de perfeccionamiento, madurez y entrega. El temor, la ignorancia y la incredulidad impedirán que estos dones se manifiesten en plenitud. Vencer al temor con coraje y audacia, vencer la ignorancia con conocimiento y revelación, y vencer la incredulidad con fe. El alineamiento apostólico es importante en este tiempo. Debemos alinearnos con el mover apostólico y profético.

Las siguientes son sesenta tendencias que veo surgir en la Iglesia con la plena restauración de los apóstoles y profetas.

Sesenta tendencias que surgirán con la plena restauración de los apóstoles y los profetas:
1. Habrá un mayor énfasis en la importancia de las señales, maravillas y milagros (especialmente de liberación). Esto protegerá a la Iglesia de la dependencia de las formas racionales e intelectuales de encarar el ministerio (vea 2 Corintios 12; Mateo 10). Habrá mayores demostraciones del poder de Dios (1 Corintios 2:4).


2. Habrá un mayor acceso a la revelación y las impresiones de los misterios de Dios. Muchas partes de la Escritura volverán a la vida y serán relevantes para el mover de los últimos tiempos (vea Efesios 3; 1 Corintios 4)

3. Continuará la expansión de la visión y el alcance de la Iglesia para quebrar la complacencia, la apatía y la visión limitada. Esto incluye la expansión hacia nuevas naciones y territorios. Se suelta la unción pionera (protones) (vea 1 Corintios 12:28).

4. Se levantarán nuevos líderes y ministerios, confirmando, ordenando y activando nuevos dones y llamados. Esto asegurará un aporte continuo de nuevos ministerios para la expansión del Reino. Aumenta la aparición de los apóstoles y profetas mentoreados por otros apóstoles y profetas establecidos (vea 2 Timoteo 2).

5. Entrarán en vigencia los estándares bíblicos para el liderazgo, incluyendo los ancianos (obispos). Esto ayudará a detener la ola de inmoralidad y mal carácter en el liderazgo. Los estándares concernientes al matrimonio, la familia y el divorcio, volverán a enfatizarse como un estándar para el liderazgo (vea 1 Timoteo 3).

6. Se establecerá el Reino en nuevas regiones y territorios plantando Iglesias. Esto incluye el envío de equipos apostólicos para plantar Iglesias. Se levantan Iglesias tipo Antioquía con una mentalidad de enviados (vea Hechos 13).

7. Habrá un mayor énfasis en la guerra espiritual, incluyendo atar y desatar. Una mayor autoridad sobre las fortalezas territoriales, incluyendo principados y poderes (vea Mateo 16, 18).

8. Se soltará una mayor gracia para manejar un mayor sufrimiento y persecución de la Iglesia por todo el mundo.

9. Se soltará una mayor audacia para perseverar avanzando a pesar del sufrimiento, la persecución y el aumento de la oposición al mensaje del Reino de Dios.

10. Se soltarán mayores recursos para el avance del Reino, incluyendo las finanzas y los recursos humanos. Habrá un mayor envío de misioneros, de largo y corto plazo, para la expansión del Reino. Esto incluye hombres de negocios del Reino y apóstoles de mercado (vea Hechos 4:34-37).

11. Se fortalecerán las Iglesias existentes y se confirmarán las nuevas Iglesias. Esto fortalecerá la Iglesia a nivel mundial (vea Hechos 14:22, 15:32).


12. Se soltará y se mantendrá una atmósfera de libertad en las Iglesias que será conductiva para el mover del Espíritu Santo y la operación de los dones del Espíritu, incluyendo la profecía (vea Hechos 15:10).

13. Se contendrá contra las herejías y las doctrinas divisionistas que mantienen a la Iglesia separada y dividida. Se defenderá la verdad y se impedirá que la apostasía infiltre a la Iglesia.


14. Se liberará a los santos en sus destinos y propósitos individuales. Se liberará a las Iglesias en sus destinos y propósitos corporativos. Se activará a los creyentes en sus llamados y los capacitarán para hacer las obras de Jesucristo.


15. Se soltará el espíritu de la fe en los creyentes y las asambleas para que el Reino explote. Los apóstoles y los profetas nos ayudan a creer en las aperturas sobrenaturales. Como ministerios de poder, a menudo operan con el don de fe y liberan el espíritu de fe. Ayudan a destruir y vencer los espíritus de duda e incredulidad que les impiden a los santos operar en la fe. Advierten a la Iglesia de los peligros de la incredulidad (vea Hechos 13:40-41).


16. Se liberará el temor por el Señor con una gran reverencia y respeto por las cosas de Dios (vea Hechos 5).


17. Se liberará el espíritu de oración e intercesión en un mayor nivel. Se incrementará la carga de oración e intercesión. Se liberarán guerreros proféticos de oración sobre regiones y territorios. Se restaurarán las oraciones nocturnas, las caminatas de oración, las vigilias del Señor y las oraciones corporativas (vea 1 Timoteo 2).

18. Se alentará el ayuno que liberará la humildad y un mayor nivel de gracia (vea 2 Corintios 11:27).

19. Se alentará a las personas y a las Iglesias a abrazar la visión global y una mentalidad de enviados (vea Hechos 13:47).

20. Se enfatizará en las verdades fundacionales e importantes que establecen a los creyentes en la fe y los prepara para perfeccionarse (madurez). Se rechazarán las enseñanzas y cualquier énfasis que no sean importantes y no tengan peso. Se definen los términos y las doctrinas que se enseñaron erróneamente.


21. Se alentará el bautismo del Espíritu Santo como la puerta hacia la realidad sobrenatural y una vida llena del Espíritu. Se enfatizará la importancia de la declaración, incluyendo las lenguas y la profecía, junto con la impartición y la entrega de estas cosas por medio de la imposición de manos (vea Hechos 2, 8, 10, 19).

22. Las Iglesias y las regiones se actualizarán ante la verdad de hoy (vea Hechos 19).


23. Se crearán nuevos odres para recibir el vino nuevo que se está soltando desde el Cielo. Se renovarán los antiguos odres, incluyendo las estructuras y las Iglesias denominacionales (vea Marcos 2:22).

24. Viene la reforma y el cambio. Se establecerán y se soltarán nuevos modelos para el ministerio (vea Hebreos 9:10).

25. Se ayudará a las Iglesias en la transición hacia nuevos movimientos y patrones ministeriales. Los apóstoles se levantarán durante los tiempos de transición (vea Josué 1).

26. Se ayudará a interpretar los nuevos movimientos y validarlos escrituralmente (vea Hechos 2).


27. Se cambiarán y transformarán los climas espirituales sobre regiones y territorios, causando una nueva receptividad para el Evangelio y las cosas del Espíritu Santo.

28. Se aliviará y ayudará a los pobres, los huérfanos y las viudas. Hay una mayor liberación de buenas obras (vea Hechos 11; Tito 3:8).

29. Habrá una mayor liberación de la actividad angelical a través de la adoración a Dios, la oración y las declaraciones, incluyendo los decretos apostólicos y las declaraciones proféticas (vea Hechos 12:5-7).

30. Se volverán a excavar los pozos antiguos. Se restablecerá y restaurará la verdad que se ignoró o subestimó (vea Génesis 26:18).

31. Se soltarán grandes juicios contra la inmoralidad y el pecado, dentro de la Iglesia y en la sociedad. Se pronunciarán juicios sobre los gobernantes corruptos, los gobiernos corruptos y los sistemas religiosos, económicos y políticos corruptos (vea Hechos 12:23, 13:6-13).

32. Se soltarán una gran paz y gracia en las Iglesias, especialmente las que padecieron persecución y sufrimiento (vea Efesios 1:2).

33. Se soltará un gran favor hacia las Iglesia desde los gobiernos locales (vea Hechos 2:47).

34. Habrá una gran multiplicación y crecimiento en la Iglesia por medio del evangelismo y el discipulado (vea Hechos 6:1,7).

35. Se derribarán las fortalezas y las ideologías, incluyendo al humanismo, que le impidieron a la gente recibir la verdad (vea 2 Corintios 10:4).

36. Habrá una gran aceleración de los propósitos de Dios a escala mundial, incluyendo el cumplimiento de las profecías bíblicas y las declaraciones proféticas (vea Jeremías 1:12).

37. Habrá una gran manifestación de la gloria de Dios en la Iglesia, incluyendo Su presencia manifiesta y la restauración del tabernáculo de David (vea Hechos 15; 2 Corintios 3:8).

38. Habrá una gran liberación de la unción profética, incluyendo la profecía personal, la profecía corporativa, los equipos y las compañías proféticas, los profetas, la adoración profética, las artes, la danza y los estandartes, junto a la enseñanza y la predicación proféticas. Los apóstoles alentarán el mover profético en las Iglesias locales y en las regiones (vea 1 Corintios 14).


39. Habrá una gran claridad y entendimiento de los propósitos de Dios, incluyendo la Gran Comisión (vea Isaías 14:24-27; Mateo 28:19-20).

40. Habrá una gran unidad y cooperación entre líderes y ministerios en las localidades (vea Efesios 4:3).

41. Habrá una gran liberación de las mujeres y las minorías en el ministerio y en lugares de autoridad. Se destruirán los espíritus de racismo y sexismo en la Iglesia. Naciones pequeñas y grupos de personas se soltarán en sus destinos y propósitos redentivos (vea Hechos 2).

42. Se soltarán muchos grupos pequeños a través de las estructuras celulares, impulsando a más creyentes a compartir sus dones con el Cuerpo (vea Hechos 2:46).

43. Se soltará un gran testimonio en la tierra, incluyendo el martirio (vea Apocalipsis 12:11).

44. Habrá un mayor impacto y apertura entre el pueblo judío y musulmán, sumado a otros pueblos que históricamente resistieron al Evangelio. Los líderes apostólicos confrontarán la rebelión histórica y generacional (vea Hechos 7:51).

45. Habrá una gran apertura en los medios para la promoción del Evangelio, incluyendo Hollywood.

46. Habrá una mayor manifestación de los demonios por la dureza del corazón, mientras la realidad demoníaca reacciona al avance de la Iglesia y el aumento de la apertura (vea Hechos 16).

47. Se restaurará el gobierno apropiado en la Iglesia, incluyendo la restauración del gobierno a través de los presbiterios de los apóstoles, profetas y maestros. Se desafiarán los gobiernos falsos, incluyendo el control congregacional y el episcopal (vea 1 Corintios 12:28).

48. Habrá un mayor énfasis en la santidad y la rectitud en la Iglesia. Esto ayudará a detener la ola de mundanalidad y carnalidad (vea 1 Tesalonisenses 4:1-7).

49. Habrá una mayor impartición por medio de la imposición de manos y la profecía. Esto acelerará a la gente en sus llamados y dones (vea Romanos 1:11; 1 Timoteo 4:14; 2 Timoteo 1:6).

50. Habrá una mayor unidad y equipos ministeriales. Esto será especialmente cierto sobre los apóstoles y profetas trabajando juntos para edificar, plantar y producir aperturas. Habrá un mayor entendimiento de estos dones que ayudará a los creyentes a caminar correctamente en ellos y traer una mayor bendición a la Iglesia. El resultado será el perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio y la edificación del Cuerpo de Cristo, en la medida que se sueltan los cinco ministerios y trabajan juntos (vea Efesios 4:11).

51. Se establecerán y reconocerán los porteros espirituales y las Iglesias en las puertas de las ciudades, regiones y territorios, que operarán con autoridad apostólica (vea Lamentaciones 5:14).

52. Se incrementará el conocimiento y la destrucción de la ignorancia y las tinieblas espirituales, incluidas la superstición y la idolatría (vea Daniel 12:4).

53. Habrá grandes aperturas en ciudades interiores y en áreas que fueron descuidadas y abandonadas (vea Isaías 54:3).

54. Habrá un mayor énfasis en la justicia y la rectitud en la sociedad, tratando con la injusticia, la desigualdad, el racismo y la discriminación (vea Isaías 56:1, 59:4).

55. Habrá un mayor énfasis en el alcance internacional, en los ministerios en las calles y en las caminatas de oración. Visiblemente se manifestará la visión fuera de las cuatro paredes de la Iglesia (vea Hechos 5:15).

56. Habrá un mayor aliento para vender y abandonar todo por causa del Reino. Habrá más conversiones radicales y compromisos de los santos (vea Mateo 19:27).

57. Se soltarán los jóvenes y los niños en salvación, los dones del Espíritu y el ministerio (vea Isaías 44:3).


58. Se soltarán los apóstoles y profetas, junto a otros ministerios, en sus llamados, siendo inspirados a moverse en esos dones por causa de aquellos que los precedieron. Se vencerá el temor y la incredulidad que impidieron que muchos caminaran en estos llamados. La restauración de estos dones significa que la abundancia de estos dones se verá en la Iglesia de los últimos tiempos. Surgirán por miles en diferentes ciudades, regiones y naciones (vea Deuteronomio 1:11).

59. La Iglesia comenzará a batallar por la fe que una vez se soltó sobre los santos (vea Judas 1:3).



60. Habrá un avivamiento y refrigerio continuo sobre la Iglesia (vea Hechos 3:19). Este es el resultado del arrepentimiento que viene por la convicción del Espíritu Santo y anunciará la llegada del Señor (vea Hechos 3:20). Se restaurará todo lo que hablaron los profetas (vea Hechos 3:21).


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