LEGALISMO/ Bernardo Stamateas / pte. 2


TEOLOGÍAS LEGALISTAS

Definición: El legalismo es un sistema 
de creencias humanas, rígidas y 

ritualistas,
basadas en mentiras, que pretende tomar
el lugar de la Palabra de Dios.

3. Teología del sufrimiento
“Tiene que doler”, “Ayunar cuarenta días, debes sufrir”, “¡Faltan rodillas acá! Hay que 

orar de rodillas hasta que te revienten los meniscos.” 

¿Y por qué? ¿No podemos orar sentados 

en un sillón? Claro que sí. 

Estamos descubriendo que nos merecemos la comodidad, que podemos orar tanto en la cama  como en una silla masajeadora. Pero, como por la teología del sufrimiento nos metieron dolor, éxito, placer, gozo, sueños son malas palabras.



Esta teoría llegó porque el noventa y nueve por ciento de la literatura evangélica que consumimos es traducida de los norteamericanos, y ellos viven rodeados de un confort extremo. Pero  nosotros, no sabemos qué es eso, y lo hemos comprado estando en Latinoamérica, ¡en el extremo  
opuesto!



Recuerdo que en una oportunidad, estando en Dallas, fui a un evento organizado por una iglesia,  era un lunch, y una mujer se enojo muchísimo y se fue ofendida porque no había servilletas  de papel. El pastor preocupado decía: “¡Cómo cometimos ese error!”

Los predicadores que leyeron esos libros enseñaron a la gente: “Basta de placer” Y ¿qué es eso? Porque compraron el mensaje americano, un nivel de vida que no tenemos. Todavía estamos orando para que cada persona tenga su coche, la gente tiene que viajar cinco horas para venir a  las reuniones.



Latinoamérica no vive el hedonismo americano, estamos en el otro extremo, no sabemos qué 
es el placer. No dicen: “Buscan la cultura del placer, toda la satisfacción.” Es que debemos buscarla 

porque no la conocemos, solo hemos visto la palabra escrita en el diccionario nada más.



“Después de una bendición se viene un ataque.” ¿Cuántos oyeron esta frase? En vez de disfrutar  pensamos “algo malo va a venir.” Mucha gente se sorprende cuando nos reímos en la iglesia,  debiendo ser una cosa tan natural, algo normal, pero como tenemos la teoría del sufrimiento,  
la oración, el mensaje, nos tienen que doler. Por eso los predicadores “les pegan” a la gente. Con  
bronca les dicen: “Te falta santidad”, “Te falta amor”, “Te falta unidad.” Viniste mal y te vas peor, 
porque todo debe ser sufrimiento.

4. Teología divisionista, lo exterior y lo interior

Se separa lo “secular”, de lo “espiritual”, y la ropa es la que marca la santidad.
Todavía hoy, hay iglesias que se están cuestionando si la mujer puede pintarse o no; aún se  discute si la psicología es diabólica o no; si hay que estudiar o no; si podés hacerte un arito o no;   si está bien operarse estéticamente

Esta teoría hizo que la gente empiece a cuidar su imagen y dijeron: “Hay que dar buen testimonio.”
Por ejemplo, se murió tu hijo y “para dar buen testimonio delante de los demás”, decís:
“Dios sabe todo.” Dice Efesios que debemos dar testimonio al infierno ¡no a la gente.
Así que debíamos cuidar las apariencias y mostrar una imagen que no éramos, por lo tanto estábamos engañando. La verdad es que tu imagen exterior debe coincidir con la imagen interior de quien sos en Dios.
Hay gente que, durante años (y aún hoy), en las iglesias, cuidan la imagen, son hipócritas que  hasta cambian el tono de la voz cuando hablan. Por ejemplo hay adoradores que hablan al estilo  mejicano, imitando todo el tiempo.


Una persona que se fue de nuestra iglesia cuando vino la unción, recuerdo que me dijo: “Yo  hice una asamblea para que expulsen a mi hija porque cometió adulterio.” Era un contador que  tenía mucho dinero y varios locales de pizzería. Le pregunté cómo hacía cuando venían inspectores  
a su negocio, cómo los manejaba. Y me respondió: “Le damos coimas, porque si no, no se  
puede vivir.” ¡Ah! ¡Hipócrita! ¿Con tu hija sos bíblico y para la coima, no?  
Por eso, fingiendo una imagen en la iglesia y teniendo otra en la vida secular, hay tanto abuso  
sexual, tanto adulterio pastoral, tanta violación, tanta inmundicia. Porque, “como yo no valgo y  
todo lo hace Dios, entonces me descuido.” Es así como apareció la teología de la doble vida.



El “gran llamamiento” era al pastorado, a las misiones, se consideran los más valiosos, mientras  que todos los demás llamados no sirven.

La gente separaba: “Mi servicio a Dios y mi trabajo” y muchos se sentían mal por no tener  tiempo para servir al Señor ya que trabajaban todo el día. ¿Y el trabajo qué crees que es? No vivían  el trabajo como un servicio al Señor, ya que sólo se servía en la iglesia.

• Énfasis en lo almático: Como “yo no sirvo”, se activaban las emociones. Almático es lo emocional y lo racional y, mucha gente se quedaba en las iglesias por los amigos o conocidos, porque 
iban a comer pizza. “Cómo me voy a ir si ahí están mis amigos”, “Nací acá”, “Me crié acá.” 


Todas las iglesias que no crecen, es porque son almáticas y porque no quieren. La gente está  entregada al Señor, está lista.

No crecen porque hay familias almáticas que gobiernan las iglesias, son clanes que están enfrentados, 
y aunque dicen que “quieren crecer” es mentira, porque si alguien nuevo se les agrega,  no lo aceptan. 


Alguien me dijo una vez: “Tengo miedo que en mi iglesia ellos sean más que nosotros.”
-¿Y quienes son ellos?, le pregunté.
-“Los nuevos.” 
Eso es perverso, es anti-Dios.
¿Qué es un grupo almático? Un lazo almático es pegote y simiótico, es cuando todos nos amamos, nos queremos, nos cuidamos, nos contamos todas las cosas, vamos juntos de vacaciones, hasta que nos peleamos con el pastor y terminamos todos a los tiros. Lo almático no funciona. La verdad es que revelación te expande la mente, información la cierra  Una persona insegura siempre discute; en cambio el que está seguro te va a decir: “¡Qué  interesante cómo lo ves! Lo voy a pensar.” Toda la gente que reacciona violentamente muestra  
inseguridad.



Información achica la mente: Te enseñaron que Dios es así, obra así, que esa es la doctrina y no hay nada más. ¿Y qué le pasa a mucha gente? Cuando escuchan algo nuevo de Dios dicen: “No me  lo enseñaron y, como no me lo enseñaron, no existe, es falso, es una moda.”

Revelación siempre expande la mente: Cuando entramos en la dinámica de la revelación, nos  damos cuenta de “todo lo que no sabemos” y de “todo lo grande que es Dios”, por eso siempre  estamos en la búsqueda de algo nuevo.



5. Teología de la culpa y el castigo

Todo era castigo, la ira de Dios. “¿Cuándo va a predicar de la ira de Dios? ¿Por qué no se  predica del juicio de Dios? ¿Dónde está la voz profética?” Porque algunos creen que hay que  juzgar y condenar. 



Juan el bautista perdió la cabeza porque hizo algo que Dios nunca le había pedido, él tenía  que prepararle el camino a Jesús y, en vez de menguar, se puso a marcar los pecados a Herodes ¿Quién lo llamó a hacerlo? Así perdió la cabeza.



“Falta unidad”, “Hay que unir más a los pastores.” ¿Querés unir los pastores? Ya estamos  unidos por la sangre de Cristo, si tenemos la misma misión de traer un avivamiento, ya estamos  unidos. Lo que no podemos hacer es unirnos en la misma visión porque cada estrategia es distinta. 



Entonces, nadie más pierda tiempo en unir lo que ya está unido.

“Falta santidad”, “Falta amor.” Siempre es “casi”: casi somos buenos cristianos, casi buenos padres,casi buenos hijos.




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