El espíritu de Absalón
Absalón era uno de los hijos del rey David, y significa "padre de paz", pero él no piensa en paz, sino en promover disturbios, ya que intentó apoderarse ilegítimamente del trono de Israel. La espada profetizada por Natán contra la casa de David había actuado entre sus hijos (Absalón asesinó a su hermano Amnón), ahora iba a volverse contra su persona. Si hubiese hecho justicia contra este asesino, habría eliminado al traidor.
Tan pronto como Absalón es restaurado a su lugar en la corte, ya desea verse en el trono. Si hubiese tenido sentido de gratitud, habría procurado comportarse con su padre lo mejor posible. Le dio muestras falsas de gran respeto y anhelo de búsqueda de su favor, pero la intención velada era buscar una oportunidad para suplantarle. Primero Joab, un hombre de estado, buscó que perdonaran a Absalón, para que volviera del destierro en el territorio de su abuelo (Gesur), y luego le quema los campos a Joab, como medio de extorsión para volver a estar dentro de los consejeros reales (2 Sam 14:30-33).
=Este espíritu de Absalón se encuentra o trabaja en toda iglesia, matrimonio, familia, equipos ministeriales, ministerios reconocidos, en nuestro trabajo, etc. Es el espíritu de rebeldía y deslealtad, que divide matrimonios, familias, iglesias, sembrando lágrimas y contiendas=.
Si queremos vacunarnos preventivamente de este mal, y ahorrarnos divisiones, lágrimas, pleitos y otras malas cosas, debemos considerar detenidamente este tema, necesitamos conocer las armas que el enemigo usa. Ver 2 Samuel 15, donde Absalón se subleva.
Comienza a hacer ejercicios militares "inocentes", ya que anda con carros y caballos, cosas que trajo de la casa del abuelo, pareciendo así un personaje importante, mientras David andaba en mula (pareciendo despreciable). Esto alimentaba su fantasía y Quienes saben obedecer como es debido, sabrán mandar como es justo.
David había cumplido esto al pie de la letra, Absalón no. Son verdaderamente buenos los que lo son en su propio lugar, no los que intentan hacer ver lo buenos que serían si ocupasen el lugar de otros.
Absalón quería ser juez(15:4), el que debió ser juzgado y sentenciado a muerte por asesino, ahora anhela juzgar a otros, tiene la desvergüenza de ambicionar ser juez de los demás.
En ocasiones, es cosa corriente que los menos aptos para un cargo sean los más ambiciosos, mientras que los mejor calificados son los más modestos y menos confiados en si mismos.
Absalón quiso ganar terreno con el pueblo para ello:
a) Le metió en la cabeza de la gente, lo mal que marchaba todo, y que nadie se preocupa de ellos: "no tienes quien te oiga de parte del rey" (15:3). Algo así como que el rey se está ocupando de tantas cosas que no tiene como atenderte, pero si llega Absalón a ser rey, las cosas serán diferentes. El ambicioso y sedicioso, tiene siempre reproches.
b) Lo bien que haría él si gobernase la nación. Se recomienda a si mismo:
1. Como muy diligente.
2. Como muy interesado en los asuntos del pueblo.
3. Como muy humilde (v.5).
La conspiración llegó y veamos como actúa el espíritu de Absalón:
1) El espíritu se mueve en alguien que está cerca y relacionado contigo. (Absalón era hijo de David).
Es decir, que si estás en el liderazgo, afectará a alguien que está muy cerca tuyo. La división de una familia, de una iglesia, o de un país, surge desde adentro, no viene del exterior. La conquista viene desde afuera. Si estás batallando más de la cuenta con la amargura, los pleitos continuos, en lo familiar o con tus colaboradores, debes cuidarte.
Tenemos el caso de uno de los hijos de Noe. Después del diluvio, Noe se emborrachó con el fruto de su viña, y en ese estado se desnudó. Uno de sus hijos, Cam, denigró a su padre al divulgar esa falta. Era en extremo serio, porque su papá era la autoridad familiar, el gobierno civil del mundo y la autoridad espiritual, porque Dios se revelaba a este hombre. Un hijo es alguien muy cercano. Otro caso ejemplificador fue cuando María y Aarón tuvieron celos de su hermano Moisés, a causa del trato especial que Dios tenía con él.
La tercera carta de Juan, nos presenta a Diótrefes, que de alguna manera había tomado por asalto el liderazgo de una pequeña obra misionera que dependía de la iglesia de Efeso. Con exceso de poder, impedía a Gayo ejercer su ministerio pastoral, y a Juan el apostólico. Diótrefes era alguien cercano a ambos.
En Juan 18:3-5 vemos que una compañía de alguaciles, con linternas, antorchas y espadas van a arrestar a Jesús, cuando podían haberlo hecho en otro momento y lugar. A su vez, podemos leer Mateo 26:47-50, donde Judas besa a Jesús cuando lo saluda con: "¡Salve Maestro y le besó!" y la respuesta fue: "amigo, ¿a qué vienes?".
Pablo fue abandonado por Demas quien se fue tras el mundo, y Alejandro el calderero le causó muchos males, siendo personas muy cercanas al apóstol. Himeneo y Alejandro son mencionados en 1 Timoteo 1:19-20, quienes fueron entregados a Satanás para que aprendan a no blasfemar. Necio orgullo. David no percibe estas oscuras intenciones.
2) La historia de Absalón (2 Samuel 14:24-15:13).
Absalón había estado fuera del reino, David lo había desterrado por haber matado a su hermano Amnón. El rey no quería ver el rostro de Absalón. Entonces Joab hizo las paces entre David y Absalón, de tal manera que el rey permitió a su hijo regresar a Jerusalén, pero no le permitió ver su rostro. "No había en Israel ninguno tan alabado por su hermosura como Absalón, desde la planta de su pie hasta la coronilla, no había en él defecto. Cuando se cortaba el pelo, lo cual hacia al fin de cada ano pues le causaba molestias, pesaba el pelo 200 siclos de peso real (unos 3 kg) y permaneció en Jerusalén por dos años sin ver el rostro del rey..".
Habiendo sido un hijo de los preferidos, privilegiado, el más hermoso, y habiendo pasado ya dos años en Jerusalén sin poder ver al rey, Absalón manipuló a las personas y éste le concedió ver el rostro. Una vez más pareció estar todo arreglado. David perdonó y besó a Absalón, y le concedió su petición. Pero: "...aconteció después de esto que Absalón se hizo de carros y caballos y de cincuenta hombres que corrieran delante de él. Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía en el camino junto a la puerta y abordaba a todos los que venían junto al rey...y así robaba Absalón el corazón de los de Israel". Todo esto sucedió por espacio de cuatro años. (A este espíritu no le importa cuanto tiempo le lleve con tal de lograr su objetivo) Al cabo de ese tiempo, Absalón preparó la conspiración contra el rey. "Y la conspiración se hizo poderosa, y aumentaba el pueblo que seguía a Absalón y un mensajero vino a David diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón".
9) Estamos tratando con un espíritu de rebeldía y conspiración.
Esto es algo subterráneo, es algo que se hace a escondidas. No se levanta uno una mañana, y decide conspirar contra el líder o ser desleal. Todo va desarrollándose paulatinamente en la persona que ha sido tocada por este espíritu. Y si algo no para esto, si Dios no revela eso y le pone un freno, entonces le llevará a través de todos esos pasos hasta la destrucción del ministerio donde él está y de su propia vida.
PRIMER PASO: Manipula las personas para recibir reconocimiento.
Comienza cuando se siembra la semilla del descontento en una herida y se guarda. Absalón tenía una herida de rechazo, el rey lo había desplazado, habiendo sido un posible sucesor al reino. En todos esos años, él se ha estado preguntando: "¿Qué hago? Tengo que restablecer mis relaciones con el rey..." Por eso manipuló a Joab. Aparentemente arregló las cosas con su padre, lo reconoció como rey, se sometió a él y prometió servirle. Pero, inmediatamente después, comenzó a obrar con espíritu de rebeldía: maniobró y manipuló a las personas para recibir reconocimiento.
Los cincuenta hombres con carros y caballos pregonaban al paso de Absalón: "Viene Absalón, viene el hijo del rey". Este buscaba la autopromoción. Buscaba lo suyo, no buscaba levantar a David sino su propia gloria. En Filipenses 2:20-21, Pablo dice: "...todos buscan lo suyo propio, lo que no es de Cristo Jesús...". Están promocionando su ministerio, están buscando su lugar y declarando su validez. Todo esto proviene de un espíritu independiente. Es causado por el que dice: "Yo lo haré...", "Yo voy a hacer tal cosa...". De esta manera, la persona pierde el deseo de servir. Cuando manipula para que se le reconozca, es porque ha perdido el deseo de servir al Cuerpo de Cristo.
Absalón en ningún momento demostró un deseo de servir, sino que empezó a buscar levantarse a sí mismo. No coopera en equipo, prevalece en él un espíritu independiente. Ya no integra las reuniones de equipo, pues con toda seguridad comienza a moverse en él un deseo de reconocimiento personal. Uno que no puede trabajar en equipo y tiene un espíritu independiente, está en peligro. Le falta un corazón de siervo y quiere ser reconocido.
Los líderes más nuevos son los más propensos a sentir estas cosas, a ser el blanco del ataque de Satanás. Porque de esta forma se puede destruir la obra a través de ellos y cualquier ministerio que ellos levanten después. También será destruida por el fruto que van a segar.
Hay muchos jóvenes ministros que están seguros que Dios los ha levantado para ser una sensación, pero se equivocan, Dios los ha levantado para ser siervos. Cuando se pierde el espíritu de servicio, entonces se pierde todo lo que se puede ofrecer a la iglesia de Jesucristo. En Mateo 20:27, Jesús dice: "El que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo".
A todos nos gustan los dones ministeriales y los títulos. Todos preferimos los dones que se ven, que se usan. Queremos reconocimiento y muchos buscan funcionar con estos dones ministeriales, pero pocos sienten el llamado a servir fregando el suelo. En Romanos 12:6-8 se mencionan los dones de servir y de dar con liberalidad. Cuando Dios vea la fidelidad en estos dones de servicio con seguridad va a levantarte a dones ministeriales, pues jamás Dios toma a alguien de la nada y lo establece como un apóstol. Dios toma a una persona y ve que tipo de espíritu tiene. ¿Puede servir? ¿Tiene deseos de servir? Si es así, el Señor lo va a ir levantando, aunque él ni siquiera se de cuenta de lo que Dios está haciendo. Hasta que no podamos ser fieles en los dones de servicio, demostrando el corazón de siervo, Dios no nos va a levantar a ser rey.
Cada ministerio que Dios levanta necesita sus servidores. Moisés tuvo su Josué. Durante la vida de Moisés, nadie hablaba de Josué, sólo se hablaba de Moisés; sin embargo Josué estaba a su lado continuamente. En ningún momento Josué intentó buscar lo suyo, él tenía corazón de siervo, y Dios lo había levantado para servir a Moisés en este período de su vida. Moisés murió y el manto del liderazgo cayó sobre Josué, porque había sido fiel durante los cuarenta años en el desierto.
Lo mismo ocurrió con Elías, el gran profeta, ejerciendo dones ministeriales y de milagros. Pero allí, a su lado, encontramos a otro del cual no se dice mucho. Eliseo sirvió a Elías hasta que el Señor se lo llevó. ¿Quién quedó con su manto?, Eliseo. ¿Quién partió las aguas del río Jordán? Eliseo. Y, ¿quién hizo el doble de milagros que hizo Elías? Eliseo. Porque aprendió a servir al que Dios había levantado sobre él.
Pablo tenía a Timoteo, que le servía por donde él iba. Aún cuando todos le abandonaron, Timoteo quedó fiel a su lado. Más tarde, Dios levantó a Timoteo como obispo de Efeso porque había aprendido a servir.
Hay ministerios que no funcionan sin "Timoteos". No perdamos nuestro corazón de siervo. Apoyemos a los pastores, sirviendo y levantando otros ministerios en los cuales Dios nos pone como colaboradores. Cada hombre de Dios necesita de estos dones de servicio. Entonces el manto de doble unción caerá sobre el que sirve.
Alguien con el espíritu de Absalón no puede funcionar así, siempre busca promocionar su propia visión y menospreciar la visión de otros. Cuando le toca predicar, usualmente presenta una nueva revelación o un nuevo tema. Si la iglesia está tratando el tema de la autoridad u otro, de repente se levanta y dice: "Anoche orando, de pronto tuve una visión y Dios me dijo lo que la iglesia necesita ahora: Santidad y oración, ya bastante se ha hablado sobre el tema de la autoridad. Santidad y oración, es lo que se necesita”. Generalmente, esas personas están funcionando con un espíritu de Absalón. Dios da la visión del ministerio al líder, éste presenta la visión a la iglesia, y los que ayudan están para apoyar esa visión. Con esto no estamos hablando de un discipulado dictatorial. "Aquí está el rey, y vosotros los peones ahí abajo". No es eso, sino que es la forma que Dios ha establecido para que su cuerpo funcione. Pero éstos, que están funcionando en el espíritu de Absalón, siempre quieren promocionar lo suyo para que se diga: "¡Vaya, él si que predicó algo distinto! ¡El si que tiene nueva revelación! Lástima que los otros pastores no predican así".
SEGUNDO PASO: Maniobrar para recibir la alabanza de los hombres
"Se levantaba Absalón de mañana (era bien espiritual), y se ponía junto al camino". Entonces Absalón le decía: - "Mira, tus palabras son buenas y justas, más no tienes quien te oiga de parte del rey. ¡Quién me pusiera por juez sobre la tierra!". De esta manera los que le escuchaban decían: - "¿Tú me harías justicia?". - "¡Claro hombre, yo te haría justicia si fuese un juez!". - "¡Oh, que maravilla, voy a orar a ver si Dios te levanta a ti!".
Allí ya se maniobró se manipulo para recibir la admiración y la alabanza de otros. Aquí ya comienza a entrar un espíritu de actor, ya todo es actuación, todo es espectáculo. Ya no es tanto la oración para recibir la unción que Dios da, sino más bien, ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo comportarme? ¿Qué tema puedo tocar para que otros me digan: "que bien lo hiciste"? todo lo que hace es para que otros lo alaben. Su motivación es el aplauso de los hombres.
Ahora, ¿por qué quieren ser reconocidos? Usualmente quieren ser reconocidos por el pastor o por todo el liderazgo, para que todos digan "que bien lo hiciste". Pero si el liderazgo no lo reconoce no le importa, buscará a cualquiera para que lo reconozca. "Tienes una buena causa, yo quiero ayudarte". Un servidor leal a Jesucristo, por el contrario, no solo no quiere ser visto sino que no le importa.
TERCER PASO: Actitud de orgullo espiritual.
A causa de haber oído las alabanzas del pueblo de Dios hacia su persona, comienza a crecer en su pecho el orgullo espiritual. Comienza a decirse a si mismo: "Por fin la gente se está dando cuenta de mis habilidades y de que se dirigir". Y todo esto termina como en el caso de Absalón: "Yo debería ser el líder". Ya en este punto se cree mejor que los demás y nunca acepta estar mal. El orgullo espiritual lo comienza a inflar, y pronto lo que sale de su boca es: "Si soy tan ungido, y el Señor me usa tanto, ¡quien me pusiera como juez!". "Dios levántame, es tiempo ya de jubilar al otro. Levántame como líder!". Este orgullo espiritual generalmente lleva a presentar sus ideas y proyectos al liderazgo. Como este no las recibe dice: "¿Qué pasa con el liderazgo y con su discernimiento espiritual? ¿Qué pasa? ¿Ya no pueden percibir cuándo las cosas son de Dios y cuándo no lo son?". Esto es orgullo espiritual.
CUARTO PASO: Cuestionar y poner en tela de juicio la autoridad y la espiritualidad de los líderes.
Ya que no ha sido aceptada su propuesta y sus ideas, o siente que lo están poniendo a un lado, entonces empieza a cuestionar la autoridad espiritual de los líderes. Esto sucede especialmente con personas cuyas ideas han sido útiles en su momento. Al quedar ofendido, comienza a buscar personas que estén de acuerdo y que apoyen lo que él siente.
Absalón comenzó a minar la confianza en el rey. "El rey no quiere oírte", "está siempre ocupado", "él no está orando", "no tiene discernimiento espiritual", "si tu vas al rey, él te va a enviar por allí nomás, pero yo....yo te escucho porque te amo".
Y si esto progresa, llegamos al quinto paso.
QUINTO PASO: Crítica contra el liderazgo.
Ya es algo externo, ya empieza a criticar abiertamente. El hombre o la mujer que ha llegado a este punto empieza a usar tanto sus propias ideas como el criterio sobre el cual juzgar las decisiones del liderazgo. Esto lleva a un espíritu crítico. La crítica es una de las cosas más destructivas que puede existir, ya que mina la confianza más rápido que cualquier otra cosa. Si te vuelves una persona crítica, te aseguro que dentro de un tiempo no tendrás amigos, porque a cada uno de ellos, le criticarás la conducta del otro. Proverbios 16:18 dice: "El perverso siembra la contienda".
El que se interesa en las heridas de otros para usarlas a su favor, está manipulando a la gente para su propio beneficio. El que está funcionando en este espíritu absalónico va por la iglesia buscando personas heridas, los que en alguna circunstancia no han estado del todo de acuerdo con el pastor o el liderazgo. Las busca y las encuentra, porque todo pastor y liderazgo tienen fallas o cometen errores. Pero el que se interesa en las heridas de otros para usarlos y no para salvarlos, no es de un espíritu correcto.
Esto no implica que el pastor y el liderazgo estén exentos de corrección. Por el contrario, deben estar abiertos a ideas o a personas que no han entendido muy bien lo que se hace o que han pasado por algún mal entendido. Pero si a cada cosa que el liderazgo hace, tú estás diciendo: "Yo no lo haría así, yo lo haría de otra manera", entonces cuídate.
SEXTO PASO: Espíritu competitivo.
Toma las decisiones del liderazgo y las distorsiona, presentándolas a sus seguidores. Generalmente es una verdad a medias. Manipula la verdad como a él le conviene, para comenzar una competencia entre él y el liderazgo. Lo que comenzó a hacer Absalón se prolongó en especial por 4 años, hasta el desenlace fatal de los hechos. No es algo que ocurre de inmediato. Dios siempre quiere poner líderes sólidos y arraigados en la Palabra. Por eso el enemigo tiene tanto interés en atacar a los futuros líderes. Por eso debemos anticiparnos a los peligros futuros, y trabajar en consecuencia, siendo más astutos que él, para que no logre sus objetivos.
La persona que el enemigo quiere usar, es alguien con grandes dones, habilidades y cualidades especiales. Todos cifran en él grandes esperanzas como futuro líder, por eso mismo el enemigo da contra él con este espíritu absalónico. Absalón era el más hermoso de todo Israel. No se contentaba con eso, quería reemplazar al rey, no quería autoridad sobre él mismo. David le había protegido, dado su favor, pero él quería mucho más. El diablo busca a los líderes para usarlos, y su estrategia es dividir y conquistar (Mr 3:24-25). Un reino dividido no puede mantenerse en pie. Si la iglesia se divide, caerá.
SEPTIMO PASO: Sugiere un camino mejor.
Dice: "Yo pienso que si hacemos las cosas de esta manera, entonces sería mucho mejor....". Esto no queda allí sino que comienza a levantar su propio grupo de seguidores. Siempre en una iglesia habrá alguna persona que no esté de acuerdo con el liderazgo, y el Absalón buscará a esa persona para añadirla a su grupo.
En este punto es donde Dios prueba la fidelidad a él antes que al liderazgo. No obstante, Dios te probará para ver si puedes someterte a un liderazgo por más que no todas las cosas que se hagan te convenzan.
¿De dónde vino el espíritu de Absalón?, de Lucifer, antes de ser Satanás. De ahí nace este espíritu absalónico, y ya sabemos donde lo llevó a Lucifer, a Absalón y a cada persona que sigue obrando como él.
OCTAVO PASO: Atrae a las personas a él mismo.
=Ya no hace discípulos de Jesucristo, sino que hace discípulos suyos, los atrae a sí mismo=.Cuando un grupo funciona sobre esta base, no vamos a encontrar personas que estén siendo salvadas, sanadas, ni liberadas. El grupo que ha basado su confianza en un Absalón, en la rebeldía, en el desconformismo, no puede tener los frutos del Espíritu de Cristo, no puede Cristo edificar su iglesia a través de la rebelión, los malos entendidos, o la crítica. Pero aquí Absalón envuelve a sus seguidores en su crítica y en su rebelión.
Un grupo rebelde que se divide, es un grupo que está destinado a la muerte espiritual.
Cristo jamás usó estos métodos para construir su iglesia y su reino. Lamentablemente así comienzan muchas iglesias. Parece estar de moda el método de la división para "evangelizar". Sin embargo una iglesia sana se edifica sobre la salvación de los pecadores, y no sobre las disconformidades. Lo que Dios busca en sus siervos es un compromiso y un deseo de servir. Un Absalón no tiene deseos de servir, sino de ser servido; aparenta servir, pero en realidad quiere ser servido; quiere levantarse, y tener "renombre".
Muchísimas personas están dispuestas a seguir un "evangelio" que no le exige ningún compromiso. "A mi que no me vengan con diezmos, son servicios, con ir a evangelizar a la plaza, con ayunos y vigilias...¡No!, yo asisto a tal iglesia porque allí no me piden nada". Pero una iglesia sana se edifica sobre el servicio, sobre el querer dar. Se edifica sobre el compromiso con el Dios Altísimo, con el liderazgo de la iglesia, y como miembro de esa iglesia.
Creo que los creyentes no se dan cuenta del peligro al que se exponen al dejar su compromiso en la obra de Dios. Literalmente se están poniendo sobre una colina y le gritan al Diablo "soy un blanco, pegame donde quieras". Se abren todo al ataque del enemigo contra sus vidas, y luego se preguntan por qué les va mal todo, por qué la depresión, por qué la enfermedad, ¿por qué? ¿por qué?.
NOVENO PASO: Alimenta a sus seguidores con su propio espíritu de crítica y deslealtad
En vez de alimentarlos con la Palabra, los nutre y los alimenta con la deslealtad y con su crítica. "El rey no puede ayudarte, no tiene tiempo". "El pastor no te visita, no se preocupa por ti, yo si". "No se sabe como se maneja el dinero de esta iglesia", etc.
Las sugerencias ya se transforman en acusaciones. Comienza a hablar de las faltas e inconsistencias obvias de todo pastor y liderazgo, pues no se puede esperar de nadie total perfección en todo. Generalmente Absalón comienza con acusaciones que nada tienen que ver con la habilidad del pastor para llevar el liderazgo de una iglesia. Lo que busca un Absalón es hacer notar cosas obvias, para que su seguidores le digan que es la verdad. Alimenta a sus seguidores con su espíritu de crítica, los que por supuesto, ven las cosas obvias y le creen. Así van siguiendo en ese espíritu hasta que también creen otras cosas que no son tan obvias.
DECIMO PASO: decide llevar la conspiración a la acción
Con el aumento de sus seguidores, decide llevar a cabo la acción. Ya ha tenido bastante tiempo para reclutar gente a su lado y en ganar los corazones de muchos para que lo oigan. Ahora dice: "Cuando oigan la trompeta, sabed que el rey vive en Hebrón.....".
Comienza a llevar la conspiración, que hasta ahora ha sido subterránea, a la acción. Y la lleva usualmente con personas inocentes. Absalón llevó a doscientas personas que "no sabían nada", y fueron en su sencillez e inocencia.
DECIMO PRIMER PASO: justifica su rebelión enfatizando los hechos en los cuales no está de acuerdo
Justifica su rebelión sobre "diversas cosas", llega a estar en contra de la predicación, el sistema que se esta empleando, la forma como se están haciendo las cosas, normalmente lo hace sobre asuntos que no tienen mucha importancia, ni sobre pecados fuertes. Sino sobre hechos irrelevantes. Hay iglesias que se han dividido por una simple cuestión, si comprar bancos o sillas. Pues bien, los que quieren bancos se quedan y los que no, se van. Las divisiones vienen por las cosas pequeñas que generalmente un Absalón usa para su bien.
DECIMO SEGUNDO PASO: el Absalón se lleva su grupo y empieza su propio ministerio
Divide la iglesia y el Cuerpo de Cristo, y se lleva a los suyos. Ahora tenemos un nuevo grupo que ha surgido por la deslealtad y la rebelión. No ha nacido por el amor a Dios. Ni ha nacido por un avivamiento, sino ha nacido por deslealtad.
Cada grupo que comienza así tiene una maldición sobre su cabeza, no hay opción. “Si tu has hablado en contra del liderazgo, ¿sabes lo que has hecho en ese instante?, has desatado juicio sobre tu cabeza porque hay una maldición sobre la cabeza del rebelde. Solo puedes tomar una decisión para escapar de esto, arrepiéntete de tu crítica y de tu rebeldía, aunque tengas o no razón. Dios lo estableció así”.
¿Qué pasa con una persona, o con un grupo que funciona en el espíritu de Absalón?
Absalón entró en Jerusalén, y en el palacio. Se acostó con las mujeres del rey, y declaró "soy el rey". El hecho de acostarse con estas concubinas de David, demostró que tenía una mente perversa y lasciva. El consejo de hacerlo vino de Ahitofel, que se presume era el abuelo de Betsabé, con quien David había tenido sus amoríos. Este lamentable hecho demostraba que Absalón se hacía dueño de todo lo que poseía su padre, y que no había más posibilidad de reconciliación entre ambos. Fue como cuando Cortés quemó las naves en el Golfo de Méjico, indicando a sus hombres que no había otra salida que luchar por la causa de la conquista. Sus seguidores estaban convencidos del triunfo: "Miren como Dios ha levantado a Absalón, la presencia de Dios está con él, lo está bendiciendo tremendamente, ésto es realmente de Dios". Pero luego comenzó la batalla, y en ella murieron 20.000 de los rebeldes a manos de los leales. Y no solo eso, sino que Dios mató a más en el bosque de los que mataron David y sus hombres (como cincuenta o sesenta mil hombres).
Absalón se enredó los cabellos en una encina y así quedó suspendido entre el cielo y la tierra, y el mulo en que iba siguió adelante. Su hermosa cabellera que todo Israel admiraba fue su ruina, y 10 hombres de Joab lo mataron.
¿Qué pasa si hemos dado lugar a este espíritu de crítica y rebelión en nuestras vidas?
Si hemos resaltado las fallas del liderazgo ante los ojos de los demás, haz lo siguiente:
1) Decide en tu corazón arrepentirte, y no hables más de otros líderes. Si no puedes levantarlos a los ojos de otros, si no lo puedes exaltar, cállate la boca y no digas nada.
2) Deja de juzgar lo que no te gusta, Dios lo juzgará por los motivos que hay en su corazón. Deja de hablar y de buscar a otros que están disgustados. Ni prestes oído al chismoso o al que se queja. Decide en tu corazón: "si alguien viene a mí en contra de otros, no voy a prestar oído porque no quiero ser parte de ese espíritu de rebelión y de división".
En 1ra Corintios 11:31, se nos dice: "Si pues nos examinásemos a nosotros mismos no seríamos juzgados....".