Por Peter Wagner
Los que procesan la información mediante tal paradigma naturalmente afirmarían que no hay tal cosa como apóstoles, en el sentido bíblico de la palabra, en la iglesia de hoy. Podrían conceder que se pudiera referir a los misioneros como apóstoles por que son enviados, pero, como ya he indicado, esto es muy diferente de la manera en que estoy usando el término en este capitulo.
También existen diferencias de opiniones entre los que no son cesacionistas. Por ejemplo, el profesor George Batson del Seminario Teológico Continental de Bélgica, siendo el mismo pentecostal, dice: “parece mejor tomar ¨´apóstol´¨ como un termino técnico. No transferible a un oficio en la edad postapostolica. Esto incluye la ¨´sucesión apostólica´¨ de autoridad en la iglesia de Roma”.
EL DON VERSUS EL TITULO
Otros admiten que el ministerio apostólico tiene su lugar hoy, pero no se debería usar el titulo. Por ejemplo, Reinhold Ulonska, teólogo pentecostal alemán dice: “Si comprendemos que (apóstol) significa el ministerio y no tanto el titulo podríamos decir: “si hay apóstoles hoy”……Hoy el titulo apóstol parece tener un halo de gloria y autoridad, que los verdaderos apóstoles jamás reclamarían para si mismos”.
PREGUNTA : ¿HAY APOSTOLES HOY?
Aun cuando su numero ha ido disminuyendo significativamente en las dos ultimas décadas, algunos lideres cristianos todavía se consideran (cesacionistas) . Se aferran a la posición de que muchos de los dones espirituales que operaban en la iglesia del primer siglo fueron diseñados por Dios para que su uso “cesara” con el cierre de la edad apostólica, y cuando se completara el canon de las Escrituras del Nuevo Testamento. La lista de dones que cesaría varía entre las varias escuelas del cesacionismo, pero los profetas y apóstoles, sea que se consideren como dones u oficio espirituales, o ambas cosas, aparecen en muchas de esas listas.
Aun cuando su numero ha ido disminuyendo significativamente en las dos ultimas décadas, algunos lideres cristianos todavía se consideran (cesacionistas) . Se aferran a la posición de que muchos de los dones espirituales que operaban en la iglesia del primer siglo fueron diseñados por Dios para que su uso “cesara” con el cierre de la edad apostólica, y cuando se completara el canon de las Escrituras del Nuevo Testamento. La lista de dones que cesaría varía entre las varias escuelas del cesacionismo, pero los profetas y apóstoles, sea que se consideren como dones u oficio espirituales, o ambas cosas, aparecen en muchas de esas listas.
Los que procesan la información mediante tal paradigma naturalmente afirmarían que no hay tal cosa como apóstoles, en el sentido bíblico de la palabra, en la iglesia de hoy. Podrían conceder que se pudiera referir a los misioneros como apóstoles por que son enviados, pero, como ya he indicado, esto es muy diferente de la manera en que estoy usando el término en este capitulo.
También existen diferencias de opiniones entre los que no son cesacionistas. Por ejemplo, el profesor George Batson del Seminario Teológico Continental de Bélgica, siendo el mismo pentecostal, dice: “parece mejor tomar ¨´apóstol´¨ como un termino técnico. No transferible a un oficio en la edad postapostolica. Esto incluye la ¨´sucesión apostólica´¨ de autoridad en la iglesia de Roma”.
EL DON VERSUS EL TITULO
Otros admiten que el ministerio apostólico tiene su lugar hoy, pero no se debería usar el titulo. Por ejemplo, Reinhold Ulonska, teólogo pentecostal alemán dice: “Si comprendemos que (apóstol) significa el ministerio y no tanto el titulo podríamos decir: “si hay apóstoles hoy”……Hoy el titulo apóstol parece tener un halo de gloria y autoridad, que los verdaderos apóstoles jamás reclamarían para si mismos”.
Felipe Ferrez de la Iglesia del Evangelio Cuadrangular en las Filipinas concuerda: “ Esto es decir que el oficio apostólico fundamental de la iglesia del NT puede haber cesado, pero el don de apóstol permanece como herencia continua del Cuerpo de Cristo”.
Algunos han marginado el oficio de apóstol mediante lo que se podría interpretar como una forma de descuido benigno. Un ejemplo son las Asambleas de Dios en los EE UU. El Articulo VII de su reglamento interno dice lo siguiente: “Seccion 1: Descripción del ministerio. Los dones de Cristo a la iglesia incluyen apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (Efesios 4:11), exhortadores, administradores, lideres y ayudantes.(Romanos12: 7y8) Entendemos que el llamado de Dios a estos dones de ministerio esta totalmente dentro de su soberanía discreción sin discreción sin consideración de genero, raza invalidez u origen nacional”.
En las practicas las Asambleas de Dios reconocen a los lideres mediante los títulos” Pastor Fulano de Tal, “Evangelista Fulano de Tal”, y “Doctor o profesor Fulano de Tal”, pero no “Profeta Fulano de Tal” o “ Apóstol Fulano de Tal”. La alternativa por lo que se ha optado, no solo de parte de las Asambleas de Dios, si no también de parte de la mayoría de las demás denominaciones por igual, de reconocer a los evangelistas, pastores y maestros, pero no reconocer apóstoles y profetas, no se deriva de la exegesis bíblicas, si no mas bien de tradiciones eclesiásticas atrincheradas.
En este sentido tal vez sea iluminador reconocer que el termino “evangelista”, tan común hoy, no fue aceptado en forma general en los Estados Unidos si no en tiempos de Carlos Finney. Quien ministro desde 1825 hasta 1875. Finney encendió buena cantidad de controversias cuando acepto el oficio de evangelista por primera vez. Los teólogos de la época esforzadamente discutieron contra lo que ellos llamaban “nuevas medidas”
Concuerdo con el obispo Carlis Moody de la Iglesia de Dios en Cristo, quien dice: “Si, ¡hay apóstoles en la iglesia hoy! Manifiestan extraordinario liderazgo espiritual, y están ungidos con el poder del Espíritu Santo para confrontar los poderes de Satanás, al confirmar el evangelio mediante señales y milagros, y al establecer iglesias según el modelo del Nuevo Testamento y la doctrina de los apostoles.
EL OFICIO DEL APOSTOL
Es importante entender la diferencia entre el don de apóstol y el oficio de apóstol. Cualquier oficio es el reconocimiento público de parte del Cuerpo de Cristo de que un individuo tiene cierto don y esta autorizado para ministrar ese don en lo que se pudiera llamar una capacidad “oficial”. La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a la ordenación de pastores, lo cual oficialmente los coloca en el ministerio público. El mismo concepto se debería aplicar a los apóstoles.
Bill Hamon dice: “(Cristo) dio a algunos el ser apóstoles, no el tener el don de apóstol funcionando ocasionalmente. Los apóstoles deben ministrar como embajadores de Cristo, ser el ministro apostólico que Jesús seria si estuviera aquí personalmente”
Estamos presenciando un cambio relativamente rápido en la actitud de los líderes de la iglesia en cuanto aceptar el oficio contemporáneo de apóstol. Algunos teólogos todavía discuten en contra, asi como discutieron en contra de llamar a Finney un “evangelista” en una generación pasada. La tendencia es clara, sin embargo, y mi suposición es que en unos pocos años la controversia empezara a disminuir. Por ejemplo. Una copia de una carta reciente al apóstol John Eckardt me fue enviada a mí. Empezaba: “Querido apóstol John”, y el párrafo inicial decía: “Primero quiero decir que siento enorme entusiasmo al empezar esta carta con este saludo. Usted sabe que nunca espere decir esas palabras de este lado de la resurrección”.
PREGUNTA : ¿CUAN IMPORTANTES SON LOS APOSTOLES?
Espero que algunos para quienes esta idea de apóstoles es nueva estarán diciendo: “La iglesia ha marchado bien por muchas generaciones sin reconocer el oficio de apostol. ¿Por qué hacer tanta alharaca tan tarde?” Esa pregunta merece una respuesta tan cuidadosa como sea posible.
Mi hipótesis es que la esposa de Cristo, la Iglesia, ha estado madurando mediante un proceso discernible durante los últimos siglos en preparación para completar la tarea de la Gran Comisión. Mi punto de partida es la Reforma protestante en la cual se establecieron firmemente los puntales teológicos: la autoridad de las Escrituras, la justificación por la fe y el sacerdocio de todos los creyentes. El movimiento wesleyano introdujo entonces la demanda de santidad personal y corporativa.
El movimiento pentecostal perfilo mas adelante la obra sobrenatural del Espíritu Santo en una variedad de ministerios de poder. El oficio de intercesor fue restaurado en los años setenta, y el oficio de profeta fue restaurado en la década del ochenta. La pieza final fue puesta en su lugar en la década del noventa con el reconocimiento del don y oficio de apóstol.
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La Iglesia esta preparada para avanzar el Reino con una velocidad e intensidad que no ha sido posible en generaciones previas.
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Esto no es decir que la iglesia es perfecta. Quiere decir que la infraestructura de la iglesia, por así decirlo, ahora se puede completar. La iglesia esta mucho mejor preparada para avanzar el reino con una velocidad e intensidad que no ha sido posible en generaciones previas.
LOS APOSTOLES SON UNICOS
Se podría debatir, muy convincentemente, que la iglesia siempre ha tenido apostoles, pero que no se les ha reconocido como tales.Sin embargo, por cierta que pudiera ser esa aseveración, una vez que los apóstoles reciban el reconocimiento que merecen, la iglesia estará preparada para avanzar a un nivel mas alto. Esto es lo que esta ocurriendo en nuestros días.
John Eckhardt lo dice de esta manera: “No hay sustituto para el apóstol. El profeta, el evangelista, pastor o maestro no puede hacer lo que puede hacer el apóstol. Tampoco el apóstol puede hacer lo que otros con otros dones pueden hacer. Cada don es necesario y tiene un propósito único. No son opcionales, Dios nos los dio por que los necesitamos a todos.”
Predeciblemente, reconocer a los apóstoles y por ello llevar a la iglesia a un nuevo nivel agitara a la oposición en el mundo invisible. Me gusta lo que David Cannistraci dice: “¡Como teme el enemigo al apóstol! ¡Como teme la plena restauración de este ministerio! Una función apostólica neo testamentaria plenamente en ejercicio en la iglesia de hoy impactaría significativamente el dominio de las tinieblas. Satanás lo sabe y estoy seguro que todo el infierno tiembla ante la perspectiva de la revitalización de los apóstoles y personas apostólicas.”
¡PROPULSORES DE PROYECTILES APOSTOLICOS!
Todo esto es para decir que los apóstoles son extremadamente importantes para la respuesta a nuestra oración: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10).
Bill Halmon dice: “Cuando los apóstoles sean restaurados a plenitud, eso activara muchas cosas. Hará que muchas profecías tocantes al fin de los tiempos empiecen a sucederse a un ritmo acelerado. El apóstol es el último de los ministerios quíntuples a ser restaurados. Es como una gran maquina que necesita que ocurran cinco cosas en secuencia antes de que funcione por completo. Se pudiera comparar a un propulsor de proyectil con cinco interruptores que deben encenderse para que pueda lanzar el trasbordador espacial: la iglesia. Cada interruptor o botón representa uno de los cinco ministerios”.