John Sung (1901-1944)
Biografía
Hijo de un pastor, Sung nació el 27 de Septiembre de 1901, en una provincia del sur de China.A los nueve años decidió creer en Cristo como Salvador, y a los veinte viajo hacia Estados Unidos con la intención de prepararse para el ministerio.
Sung sin embargo, se inclinaba por las ciencias y obtuvo tres títulos en cinco años, incluyendo un doctorado en quimica.La universidad en que realizo sus estudios era evangélica, pero representaba una línea teológica liberal en extremo, y Sung pronto se percato de que la estructura de su fe tambaleaba seriamente. Se volcó hacia el budismo y la fe musulmana, buscando respuestas para su vida espiritual. Una profunda crisis, que duro cuarenta días, se precipito sobre su vida. Al finalizar ese periodo, el 10 de febrero de 1927, volvió a entregar su vida a Cristo. Vino sobre el una incontenible alegría y salio a los pasillos del seminario gritando: “¡Aleluya! Cristo me ha hecho libre”.
LLamado y evangelización
Durante una semana llamo a estudiantes y profesores al arrepentimiento. Las autoridades de la institución decidieron internarlo en un hospital psiquiátrico, tan dramático era el cambio que había experimentado su vida. Durante los próximos seis meses leyó mas de cuarenta veces la Biblia, y así empezó su corazón de la Verdad de Dios. Cuando regreso a China lanzo todos sus títulos al mar y decidió dedicarse exclusivamente a llamar a la gente al arrepentimiento y a la reconciliación con Jesús.
Viajo incansablemente por el vasto territorio de China, denunciando a aquellos que vivían en pecado. En varias ocasiones fue amenazado de muerte, pero Sung no callaba. Luego de cada predicación se dedicaba a ministrar a la gente, atendiendo sus necesidades personales. Multitudes de enfermos eran sanados en forma milagrosa, mientras que otros recibían consejo sobre una gran diversidad de temas. Sung insistía que todos los nuevos convertidos debían ser instruidos en la Palabra, por lo que se les animaba a incorporarse a grupos de enseñanza diaria de la Verdad de Dios.
El impresionante respaldo de Dios a su ministerios se vio en una visita a la ciudad de Nanching. Alli, multitudes lo escuchaban predicar la Palabra tres veces por día y multitudes de creyentes se arrepentían profundamente de la mediocridad y tibieza en que vivian.El ministerio de Sung estaba revolucionando la Iglesia, pues llamaba todos a vivir santidad.Mando a miembros de su equipo a una aldea cercana donde también vieron el extraordinario accionar de Dios.La aldea entera saco afuera sus ídolos y los arrojaron por un deslizadero.Literalmente toda la aldea se entrego al Señor.Mientras tanto, en Nanching el Espíritu se movía de manera sorprendente sobre la vida de muchos de los que asistían a las reuniones.
El ministerio de Sung buscaba llamar a un avivamiento en la Iglesia establecida en China. No obstante, se estima que varios cientos de miles se convirtieron a lo largo de los años que ministro. Cuando Sung no estaba predicando se dedicaba largas oras a orar.En un gran cuaderno llevaba un registro de todas las personas por las que oraba, con una foto de cada una de ellas. Consideraba que debía pasar al menos dos o tres horas por día orando por las necesidades de las personas y por aquellos que no conocían al Señor.
Junto al crecimiento de su ministerio se vio también intensificado su sufrimiento personal. Durante años lucho contra serios problemas intenstinales. Los últimos tres años de su vida llevo a cabo muy pocas actividades. Finalmente, con apenas cuarenta y tres años de edad, paso a la presencia del Señor.El rumbo de la Iglesia en China, que pronto caería bajo la intolerancia de los comunistas, había sido fuertemente afectado por el impacto que causo el ministerio de Sung. Su llamado a la vida en santidad y compromiso incondicional seria el elemento que mas ayudaría al pueblo de Dios a mantenerse en pie en los años de severa persecución y represión que comenzaron con la llegada de Mao Tse-Tung al poder. Lejos de sucumbir, la iglesia continuo creciendo en medio de atroz sufrimiento, tal como había sucedido también en la vida de John Sung.
Muchos cristianos ancianos que todavía viven en el este y sudeste de Asia llegaron a conocer a Cristo por medio del ministerio de John Sung, a quien se le ha llamado el Billy Graham de la China por su obra evangelística. Sus acciones demuestran lo que Pablo escribió en Filipenses 3:7: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo”.
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